Al tratar de defender excavaciones, contratista revela más mentiras aún

Todo indica que los responsables de las excavaciones en el aeropuerto jugaron con fuego al creer que la extracción de tierra quedaría en secreto el tiempo suficiente como para terminar el terraplén del tramo II de la autopista Ñu Guasu, ya que las “desprolijidades” siguen. Además, al parecer cada quien trata de dejar constancia de las mentiras del otro. Esta vez salió a “aclarar” la contratista.

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En su Resolución N° 1187 del 5 de diciembre de 2012, el titular de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil, Carlos José Fugarazzo, decidió “autorizar la construcción de un canal de drenaje perimétrico en el aeropuerto internacional Silvio Pettirossi, que será realizado a cargo y costas del consorcio Las Residentas, y el cerramiento del lecho actual del arroyo Itay que se encuentra dentro de la franja de seguridad conforme al mapa adjunto que forma parte de la resolución”.

Para que no hayan dudas al respecto, publicamos los facsímiles, tanto de la resolución de Fugarazzo como del mapa en cuestión. Estos mismos documentos habían sido anexados al pedido de permiso que la Dinac elevó a la Secretaría del Ambiente (Seam); por lo tanto, las decisiones tomadas en la Seam se hicieron con base en esas descripciones. Estos mismos papeles fueron utilizados luego por gente de Dinac y Seam para alegar sus respectivas inocencias ante la fiscalía del ambiente que investiga el caso.

Entonces, si esto es así, según la institución que manda hacer la obra (Dinac), hay que preguntarse de qué argumentos se agarró la contratista Las Residentas (CIV de Isacio Vallejos y M&T de Julio Mendoza) para “aclarar” en un espacio reservado publicado ayer en un medio colega que las excavaciones que realizan en el aeropuerto responden en realidad a “la ejecución de un canal aliviadero, y no de fosas, ni desvío total...”, agregando que “este canal aliviadero funcionará solo en grandes lluvias, ya que su fondo será más alto que el del arroyo Itay, por lo que no hay acción de desvío de las aguas normales del cauce...”.

¿Es otra obra? ¿Se modificó el proyecto original? ¿Hay otro aeropuerto internacional Silvio Pettirossi? ¿O es que directamente hay alguien que miente para intentar esquivar el bulto?

Incluso, en su resolución (ver facsímil) Dinac deja constancia de que el canal de desvío es una propuesta hecha por la misma contratista Las Residentas. En el texto se lee claramente lo contrario a lo que aduce el consorcio en su comunicado. Según Dinac, el proyecto ideado por Las Residentas y aprobado en la referida resolución prevé que “el lecho anterior del arroyo Itay será sobreelevado y trabajará como reservorio mediante un canal de comunicación entre ambos” (se entiende que con el canal de desvío).

Sin embargo, según Las Residentas, son los fosos abiertos los que trabajarán como “canal aliviadero”. ¿Se equivocaron y confundieron su propio proyecto? ¿Olvidaron la propuesta que hicieron a la Dinac? ¿Se les perdieron los planos originales?

La sospecha es que lo que menos importaba era justamente la suerte del aeropuerto, sino la urgencia por terminar “contra viento y marea”, en el menor tiempo posible, el terraplén de la autopista Ñu Guasu.

Volumen de la extracción

Según la contratista, el volumen de excavación del canal es de unos 175.000 metros cúbicos, de los cuales son utilizables para el terraplén de la autopista Ñu Guasu no más de 100.000 m³, “debiendo el resto ser reacomodados con el consiguiente costo”.

Sin embargo, la resolución 1.187/12 de Dinac, por la que se autorizan las excavaciones, indica que “en compensación a los trabajos de canalización, el consorcio Las Residentas llevará el material de excavación, excepto el del desbroce (material vegetal)”. De acuerdo con el diccionario de la RAE, broza es un conjunto de ramas y plantas; es decir que lo único que no llevan las empresas es la vegetación de la superficie, pero sí toda la tierra.

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