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En Paraguay, 6 de cada 10 trabajadores asalariados tienen estrés financiero, lo que significa que están sobreendeudados y que esto no les permite ahorrar un solo guaraní, según explicó la economista Adriana Bock, especialista en temas de economía familiar. Fue durante el programa “Economía a Fondo” por ABC TV, en el que reveló interesantes datos de un estudio hecho por su consultora.
“La mayoría está destinando todo su salario a cubrir compromisos; después tiene que volver a endeudarse para poder consumir. Estamos viviendo con la tarjeta de crédito, con la libreta del almacén, etc.”, explicó.
Sostuvo también que los problemas de salud suelen ser una motivo frecuente para la asunción de compromisos financieros que más impactan en la economía.
“Ante estas circunstancias las personas normalmente acuden a un banco a pedir el máximo de dinero que les pueden prestar para el salario que perciben, pero sin poder hacer un cálculo real de si podrán pagar las cuotas”.
También ocurre con frecuencia, según dijo, que los trabajadores “caen” en la principal estrategia de venta que es asumir compromisos financieros tomando en cuenta solamente el monto de la cuota y no considerando que, con el plazo del compromiso, lo que terminarán pagando tiene altísimos intereses incluidos.
Aguinaldo
De acuerdo con la profesional, el ingreso promedio de cada trabajador asalariado está en torno a los dos salarios mínimos (poco más de G. 4 millones) y que con esa cantidad es muy difícil hacer una inversión en títulos valores, por ejemplo, pero que esta es una buena alternativa si es que se vino ahorrando durante el año para hacer esa inversión a fin de año, junto con el aguinaldo.
Agregó que el “oxígeno” financiero que supone el aguinaldo bien podría ser aprovechado para iniciar un ahorro programado en alguna entidad financiera, si es que el trabajador tiene las cuentas al día. De lo contrario, normalmente se utiliza para pagar compromisos vencidos.
“Escuálido salario”
Bernardo Rojas, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT-Auténtica), dijo ayer que el gremio no tiene datos estadísticos actualizados, pero que coinciden con el análisis de la economista, a la vez en que calificó de “escuálido” el salario mínimo.
No obstante, citó datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que dan cuenta de que entre el 78% y el 80% de los ingresos de asalariados mínimos se va en alimentos, y el resto en vivienda, salud y transporte.