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El analista consultado explicó que la deuda externa se duplicó en los últimos cuatro años, superando los US$ 4.500 millones, cuando el saldo histórico en el periodo comprendido entre el 2001 y el 2012 estaba en torno a los US$ 2.275 millones, señaló Alarcón, agregando que este incremento empieza a generarse desde el 2013, tras las emisiones sucesivas de bonos soberanos, que actualmente ascienden a US$ 2.380 millones, en total.
Alarcón, sin embargo, considera que lo más preocupante de las emisiones de bonos soberanos es que desde 2013 “nos vienen engañando, pues para la aprobación de los primeros US$ 500 millones, el ahora exministro Manuel Ferreira ya había dicho que se destinarían a la doble vía de las rutas 2 y 7, San Lorenzo empalme con Tape Porã, en Juan Manuel Frutos”.
Añadió que para la aprobación de los US$ 1.000 millones, en 2014, “se utilizó el mismo discurso y al final se está priorizando desde hace casi tres años como proyecto bajo la modalidad alianza público-privada (APP)”.
El exviceministro apuntó que los fondos tienen nombres y apellidos institucionales, pero no se visualizan proyectos de envergadura.
Deuda por deuda
Puntualizó que la deuda se va a seguir pagando con deudas porque para salir de esta situación, se necesita realizar una serie de reformas en el gasto y los ingresos para recaudar más.
En ese contexto, dijo a modo de ejemplo que de los US$ 448 millones asignados al Ministerio de Hacienda, el mayor porcentaje se destinó al pago de deudas y aproximadamente el 50% de la nueva emisión realizada la semana pasada, por US$ 600 millones, también se destinará al mismo fin.
Propone, para salir de esta situación, ajustar los gastos y en especial los corrientes, seguir con el roll-over la deuda, ajustar la eficiencia de Tributación para mejorar la recaudación de impuestos, ajustar algunos impuestos e incrementar otros.
Argumenta que se debe combinar de la mejor manera las medidas mencionadas y otras que surgirán en función a la creatividad de los funcionarios del Estado.
Déficit fiscal
Alarcón indica que el déficit fiscal no debería estar creciendo, pues esta previsión ya fue incorporada en la Ley Presupuesto General de la Nación 2016 y, por tanto, siempre que se hagan las tareas como corresponde se debería de cumplir con los objetivos previstos en la ley de Responsabilidad Fiscal.
Explicó que la intención de modificar la ley de responsabilidad no es una novedad, pero que la mayoría de los agentes económicos y analistas no lo consideran apropiado. “Se debe buscar el mejor momento para hacer los ajustes y dar un paso cualitativo en el mismo, pero este definitivamente no es el momento”, expresó el exviceministro de Economía de Hacienda.