Advierten que es irresponsable hablar de Aña Cua sin resolver deuda de EBY

Técnicos del sector eléctrico consideran una grave irresponsabilidad la intención de algunos altos funcionarios de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) de avanzar en nuevos proyectos hidroeléctricos sin antes resolver la caótica situación financiera del ente. Entre las cuestiones pendientes de definición están también las condiciones de comercialización de la energía.

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De ser cierto lo declarado recientemente por el director argentino de Yacyretá, Humberto Schiavoni, de que “hay un completo acuerdo con los socios del Paraguay” para instalación de turbinas en el vertedero Aña Cua, con una inversión estimada en 550 millones de dólares, sería una grave irresponsabilidad de las autoridades y de los Gobiernos de ambos países, afirmó el ingeniero Ramón Montanía, exconsejero de la binacional y especialista del sector eléctrico.

“Sin duda alguna Aña Cua es una obra importante, tanto para la Argentina como para nuestro país y debe ser ejecutada, pero recién una vez que sea esclarecida la caótica situación que atraviesa la EBY, tanto en los aspectos financiero, administrativo y técnico”, afirmó.

Refirió que antes de cualquier decisión relacionada a la construcción de Aña Cua u otro proyecto hidroeléctrico en el complejo, como la instalación de tres turbinas más en la central principal, se debe esclarecer y aclarar la deuda de la binacional, fijar la tarifa de la energía conforme estipulado en el Anexo C del Tratado.

Asimismo, se debe definir el contrato de comercialización, garantizando el pago puntual, tanto de la empresa estatal argentina Ebisa como de la ANDE por la energía retirada de la central, apuntó Montanía.

Según el especialista, otro punto importante que el Paraguay debe reclamar e imponer es que el 50% de los ingresos generados por la venta de energía de Yacyretá sea depositado en el sistema financiero nacional. Asimismo, se debe resolver lo relacionado con el manejo administrativo de la entidad; y en ese sentido, resaltó que se debería aplicar la figura de la alternancia en la dirección ejecutiva, que está estipulada en el Anexo A del Tratado, pero que hasta hoy fue ejercida exclusivamente por directores argentinos. “Por eso, en las condiciones actuales, pensar en seguir aumentando la deuda de la binacional en más de US$ 550 millones sería una total y absoluta irresponsabilidad de sus directivos y del gobierno de ambos países”, insistió el Ing. Montanía.

Por su parte, el Ing. Ernesto Samaniego recordó que en el año 2006 ya estaban listos los pliegos para el llamado a licitación de Aña Cua (LPI Nº 321), incluso se tenía la figura del “iniciador privado” en donde se otorgaba el 30% de ventaja ante sus eventuales competidores, que obviamente favorecía a la firma argentina Pescarmona (IMPSA). Precisamente, esta firma fue recientemente adjudicada por Yacyretá con un contrato de US$ 27 millones.

Sospechas de “arreglo”

Las versiones de un “arreglo bajo la mesa” en Yacyretá son cada vez más fuertes, según fuentes del sector. Un reconocido consultor confirmó que incluso fue convocado por la EBY para analizar los esquemas propuestos para ampliar la usina. “Es el año de las obras publicas en Argentina, así que no sería extraño alguna señal de avance en la negociación”, indicó.

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