Aduanas burla su propio código para justificar devolución de agrotóxicos

La Dirección Nacional de Aduanas (DNA) ignoró principios básicos de su propio Código para devolver la carga de agrotóxicos decomisada en octubre de 2014 por la fiscalía y sobreseer a la firma propietaria del producto “Tche SA”. En tanto, el director de Aduanas Nelson Valiente, defiende el sumario que liberó el cargamento. Lo concreto es que la ley aduanera considera contrabando a mercancías que ingresan al país por zona primaria o que estén ocultas al control así como aquellas prohibidas de importar o exportar.

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El Código Aduanero establece puntos muy claros sobre las acciones, omisiones u operaciones que constituyen contrabando, justamente para evitar malas interpretaciones.

En tal sentido, el inciso b del artículo 336 señala que es contrabando: “El ingreso o egreso de mercaderías sea o no por zona primaria en compartimiento secreto o de doble fondo o en forma tal que escape a la revisión normal de la Aduana”.

Igualmente, el inciso f de dicha normativa señala que también es contrabando: “El ingreso o egreso del territorio aduanero de mercaderías cuya importación o exportación estén prohibida”.

La carga de agrotóxicos, que llegó a nombre de “Tche SA”, propiedad de los hermanos brasileños Marcelo y Mauricio Machado, descubierta por la fiscalía en el puerto de Villeta el 7 de octubre pasado, viola todos estos principios del código.

En primer lugar, la fiscala Carmen Gubetich de Cattoni descubrió unos 4.600 kilos de benzoato de emamectina al 36%, producto que se encuentra prohibido importar en ese rango. Siendo una mercadería prohibida de importar o exportar, entonces es contrabando, tal como expresa el inciso f. En su defensa, la Aduana dice que el cargamento ingresó por zona primaria y que la importadora presentó los papeles del despacho.

Si bien el cargamento entró por zona primaria de la Aduana de Villeta, el mismo fue despachado como glifosato e ingresó en cajas correspondientes a glifosato. Es decir, existió una intención de engañar a las autoridades de control. En este caso, se aplica el inciso b del código: “Ingreso de mercaderías en forma que escape a la revisión normal de la Aduana”.

Llamativos puntos de un sumario récord

El Código Aduanero dice igualmente que el sumario debe estar a cargo del administrador aduanero en cuya jurisdicción está el hecho a investigar. La carga fue ingresada por Villeta, en donde el administrador de Aduanas es Fernando Machuca Corvalán. Sin embargo, el sumario fue encargado a Carlos Alfredo Medina, administrador de la Aduana central capital.

Según Nelson Valiente, titular aduanero, se designó a otro administrador como juez sumariante porque en este caso, Machuca Corvalán fue el denunciante.

El sumario, que normalmente lleva dos a tres meses en Aduanas, en este caso demoró menos de 45 días. Carlos Medina resolvió devolver la carga y sobreseyó a la firma importadora.

“Tche SA” presentó durante el acto sumarial un simple papel –sin sello ni nada oficial– en el cual su proveedora de China se disculpa por el “error involuntario” de cargar un producto en cajas que no le correspondían. Aduanas “creyó” en la versión de la empresa y ordenó devolver la carga para su “reembarque”.

Como abogados de “Tche SA” se presentaron Diego González Arrúa y Aldo Bacchetta, este último hijo del senador colorado Enrique Baccheta.

El administrador Medina, que resolvió el sumario, es miembro de la seccional colorada N° 40 de Capital.

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