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“Cuando me fui a reclamar a la ANDE no supieron darme ninguna explicación. Estaban tres personas que se tiraban la pelota entre ellas y ninguna pudo dar una respuesta a mi reclamo. Recuerdo que uno de los argumentos era que el medidor no estaba en su lugar, entonces les envié una foto del mismo y les pedí incluso que me cambien el medidor, a lo que también se negaron”, explicó Godoy. La usuaria de la estatal lamentó haber pagado ese monto que le pareció totalmente injusto.
Al respecto consultamos al gerente comercial de la ANDE, Ing. Pedro Cuevas, quien tras interiorizarse del caso respondió que se trató de una falla en la lectura del medidor, que no fue registrada por el funcionario encargado. La lectura correspondiente al mes de enero no fue registrada y por consiguiente se le facturó con una estimación, de acuerdo con su histórico de consumo. Al siguiente mes, cuando se regularizó la lectura, se le facturó la diferencia del mes anterior en que no se realizó la lectura, razón por la cual se acumuló el monto.
Finalmente, Cuevas lamentó lo ocurrido y admitió que se debió a una falla del factor humano e invitó a los clientes a verificar sus medidores e inclusive a que registren su consumo.