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El encuentro de los ministros del área de Energía se produjo en el marco de la visita que realizó la última semana a Buenos Aires el presidente brasileño Jair Bolsonaro.
El encuentro de Bolsonaro con su par argentino Mauricio Macri –y respectivos equipos– permitió la firma de dos memorandos de entendimiento sobre intercambios de energía y biornergía, que incluye, según los medios colegas del vecino país, a los biocombustibles.
“Tenemos un enorme potencial en materia de cooperación e integración energética”, declaraba a la prensa de su país Lopetegui al finalizar el encuentro con su par brasileño, el ministro de Minas y Energía.
En el momento de especificar las áreas en que la cooperación e integración energética entre los dos colosos de América del Sur se concretarían, Lopetegui mencionó a Vaca Muerta (Argentina) y Pre-sal (Brasil), zonas de exploración y explotación hidrocarburíferas.
Dijo también, según la revista especializada Nuevos Papeles de la Argentina, que sus países cuentan con nuevas fuentes de energía “para el desarrollo de nuestros pueblos. Estamos muy interesados en poder incrementar el comercio en energía eléctrica y gas natural”.
No hubo referencia al Paraguay, al menos de acuerdo con las publicaciones revisadas. No obstante, cualquier alusión a un intercambio de electricidad entre ambos mercados y con mayor razón a un “incremento en el comercio de energía eléctrica”, ningún estudioso de este sector, inclusive el medianamente informado, dejará de pensar en Itaipú y Yacyretá, hidroeléctricas en los que Paraguay es propietario del 50% de la producción de ambas centrales pero aprovechó alrededor del 5% de sus capacidades.
El Ing. Axel Benítez, especialista del sector, advertía que uno de los memorandos mencionados se está ejecutando desde el día 1 de este mes, con una importación argentina de unos 500 MWm, que a la fecha totalizan 96 GWh.
El técnico añade un llamativo dato: “pensar que el Paraguay exportó en todo el 2018 apenas 24,6 GWh”. “Por suerte, de Yacyretá apenas hemos retirado el 2% de la producción entre enero y mayo de 2019”, remataba con ironía.
Las operaciones de envío y devolución de energía eléctrica, provenientes de Itaipú y Yacyretá, son una constante en la política de ambos países, pese a la prohibición de ambos tratados de que un tercer país aproveche sus respectivas producciones.