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El propio vicepresidente de la República, Juan Afara, intervino la semana pasada para que los “paseros” o “pequeños importadores” vuelvan a meter al país productos mediante el viejo sistema de pacotilla e importación menor, que en la práctica servía para la realización del tristemente célebre “contrabando hormiga”. “A mí ya no me extraña la actitud del sector público, que hace un par de años liberó, un sábado a la tarde, 2.000 toneladas de jabón en polvo importado, que estaban retenidas para ver si contenían tripolifosfato de sodio o no, prohibido por ley. Acá el que cierra una calle, la frontera o las rutas es el que consigue todo”, lamentó el también presidente de la industria domisanitaria Inca ICSA.
Empleos legales
Doutreleau advirtió que a través de este tipo de medidas el Gobierno no va a posibilitar la creación de nuevas fuentes de trabajo legales y estables. “Y, lo que es peor, de esta manera no vamos a poder reducir la pobreza, porque esto en algún momento se va a acabar y van a quedar todos al aire”, alertó.