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Luego de reunirse con el presidente de la República, Horacio Cartes, los directores generales paraguayo y brasileño de la Itaipú Binacional, James Spalding y Luiz Fernando Vianna, anunciaron el avance de las negociaciones sobre la posibilidad de vender energía de Acaray al Brasil desde el próximo semestre.
El Jefe de Estado, en su cuenta de twiter, destacó el hecho y escribió: “En poco tiempo lograremos un importante acuerdo que generará divisas para el Paraguay con venta de energía de Acaray a Paraná, Brasil”.
Según explicó Spalding, las gestiones se iniciaron a través de Vianna, quien antes de asumir en la binacional se desempeñó como presidente de la Compañía Paranaense de Electricidad (Copel). Por su intermedio se le invitó al actual titular de la empresa, Franklyn Miguel, quien participó de una reunión con su par de la ANDE, Ing. Víctor Romero, y equipo para definir los detalles.
Se acordó que en una próxima reunión, prevista para el 5 de junio en Curitiba, se estarían definiendo el precio y la cantidad de la energía que será comercializada.
Cabe mencionar que no será la primera vez que se realice una operación de este tipo, puesto que existen antecedentes de contratos de interconexión y abastecimiento entre ANDE y Copel, que datan de los años 1998 y 2002, en los que acordaron la exportación al Brasil de entre 50 y 70 MW de potencia firme y su energía asociada.
Lo llamativo del caso es que, desde 2012, el Gobierno brasileño, a través del Ministerio de Minas y Energía, viene negando sistemáticamente a la empresa Mercosul Energy la autorización para realizar la misma operación. La firma brasileña había ofrecido pagar precio de mercado por la energía de Acaray; sin embargo, el pedido fue rechazado por su gobierno con el argumento de que se podría alterar la energía disponible de Itaipú.
Se preparan para el 2023
Los directores de Itaipú coincidieron en señalar que se abren escenarios muy interesantes para ambos países con miras al 2023. Tanto Vianna como Spalding señalaron que se va a mantener lo que ya fue conquistado, como el caso de los royalties para los municipios, y que la revisión del Anexo C no será algo perjudicial, sino positivo para los dos países.