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La casa donde residía Carlos Gómez Zelada, presidente de la Conatel, fue alquilada por el abogado Víctor Palma, asesor jurídico de la empresa unipersonal de Teresita Chaves de Ricciardi.
La misma fue adjudicada en febrero pasado por el ente regulador de las telecomunicaciones con un contrato de G. 439 millones, para el servicio de limpieza.
Si bien la empresa presentó la oferta más baja, llama la atención la conexión entre la misma y el titular de la Conatel, Gómez Zelada.
“Somos vecinos en Sajonia. Nos criamos juntos en el barrio. Después cada uno se fue por su lado”, expresó Chaves de Ricciardi. Ante la falta de espacio en su casa particular alquilaron la casa que pertenecía a la familia de Gómez Zelada.
“La empresa fue creciendo y la casa ya es chica, entonces nuestro abogado, Víctor Palma, alquiló la casa que pertenecía a la familia Gómez Zelada. El nuevo dueño nunca hizo el cambio en Copaco. Ese alquiler está a nombre del doctor Palma”, expresó.
Aparte de ser vecinos y amigos de infancia –continuó diciendo– no tenemos ningún otro vínculo. Hace rato que no le veo. Ni siquiera estuvo presente el día en que me fui a firmar el contrato con la Conatel. Hace cinco años que existe la empresa. En 2008 se inscribió en la Subsecretaría de Tributación.
En cuanto a la propaganda política en la muralla de su vivienda, donde también funcionaba su empresa, dijo que fue para hacerle un favor a otro vecino que se candidataba a la presidencia del Comité liberal: Percio Piris. Aclaró que ella es afiliada al Partido Colorado desde 1979 y es operadora de Óscar Tuma. No sabía bien cuántos empleados tiene, “una buena cantidad tenemos, ahora incrementamos porque tenemos el contrato de la ANDE también. A medida que vamos ganando, vamos aumentado. Comenzamos con tres personas”, dijo.
Es preciso recordar que Chaves de Ricciardi comenzó a operar con el Estado a partir del año 2011, con una facturación de G. 240 millones. Fueron cinco contrataciones de entre G. 18 y 101 millones. El año pasado subió a G. 597 millones, con contratos desde G. 27 hasta 92 millones.
Recién este año la empresa unipersonal consiguió adjudicarse una sola contratación de G. 439 millones. Le benefició la Conatel, cuyo presidente es vecino del barrio de la propietaria.
“Siempre del mismo sector”
En conversaciones con radio Uno ayer a la tarde, el presidente de Conatel dijo que las publicaciones en su contra siempre vienen de un sector. Reconoció que fijó residencia en el barrio Sajonia, pero negó que tenga algún vínculo con la propietaria de la unipersonal de Teresita Chaves de Ricciardi, que funciona con el nombre de fantasía “Distinción”. En la publicación se dijo que hace un año se mudó del barrio; sin embargo, lo hizo hace dos años, expresó. Le molesta este tipo de publicaciones porque se “está poniendo en tela de juicio su buen nombre y su trayectoria”. Comentó que hubo una protesta ante la Dirección de Contrataciones Públicas, por parte de una de las oferentes, pero que fue rechazada.