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El contrato había firmado el abril de 2016 el entonces titular de la estatal, Osmar Ludovico Sarubbi Gamarra. El nuevo sistema debía entrar a funcionar a partir del año pasado, pero pese a los pagos mensuales no pudo ser. Inclusive la empresa debía cobrar un porcentaje por el aumento de facturación conseguido después de instalar la nueva tecnología, de acuerdo al contrato.
Según los detalles, Aqualogy debía proveer a la empresa del Estado el software y hardware para el nuevo sistema de facturación. El contrato de US$ 4,2 millones incluía la provisión de 50 impresoras portátiles y 50 PDT (conector de datos portátiles), entre otros.
En diciembre del año pasado la administración actual presidida por Natalicio Chase rompió el contrato, pero la empresa chilena solicitó un advenimiento. La Essap le exigió el pago de la multa por mora y la entrega de los bienes establecidos en el pliego de bases y condiciones.
De momento, la estatal continúa utilizando su viejo sistema Cobol, implementado hace unos 30 años.
Pasaron tres años de la firma del contrato sin que se pudiera modernizar la tecnología de la aguatera. En principio se había argumentado que el problema era debido al viejo sistema, que no permite la migración de los datos de los usuarios a la nueva tecnología.