A pesar del trigo y el maíz se cierra un buen año productivo, según UGP

El 2014 fue un año productivo razonablemente bueno porque se inició con una cosecha de soja que salvó la plata de las pérdidas generadas con el trigo y el maíz, señaló en su balance de fin de año el presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), Ing. Agr. Héctor Cristaldo.

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La cosecha de soja llevada a cabo en el primer trimestre de este año alcanzó unas 9.285.592 toneladas, incluyendo los granos exportables, el volumen destinado a semilla y la parte que se empleó como alimentos balanceado, etc.

El área de cultivo de la oleaginosa en la campaña agrícola fenecida fue de 3.254.908 hectáreas, según los datos de Capeco-Inbio.

Según estimaciones de Investor, en la última campaña sojera, la rentabilidad fue de aproximadamente US$ 650 por hectárea en promedio. Esta alta rentabilidad compensó anticipadamente las posteriores pérdidas con los cultivos otoño-invernales, maíz zafriña y trigo, causadas por los bajos precios internacionales.

Los datos del trigo, que en área este año creció 15%, llegó al 631.690 Ha, con una media de 2,08 Ton./Ha. y un total de 1.314.046 Ton. de granos cosechados.

En maíz zafriña, de casi un millón de hectáreas del año pasado, la superficie se redujo este año a unas 650.000 hectáreas. Además, la calidad de los granos y sus rendimientos fueron perjudicados por el clima adverso, y la cosecha fue de unos 2,75 millones de toneladas.

El presidente de la UGP, en su balance anual, también refirió que el sésamo registró un repunte. La cosecha del sésamo este año fue de 41.400 toneladas, cifra que significó un crecimiento del 38%, comparando con la del 2013.

En otro orden, Cristaldo señaló que este año fue el de la desaparición del algodón de la agenda del campo. De unas 49.500 toneladas que se cosechó en 2013, la producción textil se precipitó a unas 15.400 toneladas en la colecta del 2014.

Igualmente, mencionó el avance en el proceso de tecnificación de la producción hortícola, que sigue sufriendo la competencia desleal del contrabando.

El dirigente de la producción indicó que el 2014, con los nuevos impuestos para la agricultura, fue un periodo de adaptación y aprendizaje a las nuevas normativas, que están generando un paulatino incremento en las recaudaciones del Fisco.

Comentó que el productor agrícola, que antes tributaba por hectáreas trabajadas, ahora está aprendiendo a pagar sobre la ganancia de su labor. El nuevo sistema está impulsando una paulatina formalización económica del campo.

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