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El presidente de Petropar, Denis Lichi, divulgó esta semana el informe del corte administrativo a marzo de 2020 luego de casi dos meses de la renuncia de su antecesora, Patricia Samudio, e incluyó un comparativo de los balances de 2018 y 2019 (ver cuadro). Los datos revelan que la petrolera estatal aumentó cada año su deuda, pero lo hizo sustancialmente en el primer trimestre del corriente año.
La estatal cerró el 2018 con un pasivo total de G. 2,1 billones, cifra que para el 2019 creció a G. 2,2 billones, que significa un aumento de G. 93.953 millones. Pero entre diciembre del último año y marzo de 2020, la cifra trepó a G. 2,3 billones, que representa nuevamente un crecimiento de G. 120.534 millones.
Consultado al respecto, el director de Empresas Públicas, Elvio Brizuela, reconoció que existe un importante incremento del pasivo pero apuntó a que hubo una modernización del funcionamiento de la fábrica y afirmó que se apunta a una diversificación de la materia prima como estrategia para abaratamiento de costos. De esta manera, consideró que se podrá lograr superávit en menor tiempo.
“Si uno mira el activo, considerando los bienes de cambio que se tienen, hay bastante compensación con respecto al aumento del pasivo”, expresó ayer a ABC. Añadió que para producir alcohol, los granos tienen menor costo que la caña dulce.
Sobre los números poco alentadores de enero a marzo, Brizuela argumentó que el corte coincidió con la cuarentena total y, por lo tanto, las ventas cayeron, lo cual tuvo un impacto directo en el balance. “Ahora con la flexibilización paulatina de las medidas de circulación, consideramos que aumentarán las ventas y se ajustará el balance”, añadió.
El corte administrativo se llevó a cabo el pasado jueves por la tarde, luego de casi dos meses que Lichi reemplazará a Samudio, quien se vio obligada a renunciar al cargo al verse acorralada por la Fiscalía por la compra de insumos médicos aparentemente sobrefacturados y vencidos. Actualmente está imputada junto con otras 21 personas.
Resulta llamativo que mientras el discurso del presidente de la República, Mario Abdo Benítez, es sobre combatir a la corrupción “caiga quien caiga”, en Petropar no se dan indicios de un saneamiento. Eso considerando que Lichi mantuvo intacta la integración del Gabinete de su antecesora y son los mismos con quienes trabajó en la elaboración del informe presentado a la escribana mayor del Gobierno, Ana María Zubizarreta de Morales, el 29 de mayo último, según consta en acta, pero dado a conocer esta semana. Figuran el entonces director financiero, Édgar Sánchez, y el auditor interno, Plácido Guerrero, funcionarios imputados pero separados del cargo recién en junio.