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Mencionó que la pandemia “tiene rostro de mujer”, siendo los profesionales de enfermería, limpieza y docencia en su mayoría de este género; aún así, aquellas que son madres se encuentran con las guarderías cerradas y no se pensó en ellas. “Ni siquiera se puede visitar a los abuelos, entonces dónde están dejando a sus niños las trabajadoras”, se preguntó y recalcó que al parecer no existe un análisis cierto de la realidad de la gente.
Ayala mencionó que el encuentro con los representantes del Poder Ejecutivo se centró en dos cuestiones, que son la reactivación económica, que es lo urgente, y la reforma del Estado, que es lo importante.
“La reactivación económica tiene particularidades que nos ponen incómodos porque se habla de una apertura por sectores, pero de aquellos que son formales”, dijo y agregó que desde el inicio de la cuarentena los sacrificios recaen en un 100% sobre las empresas, puesto que debieron sostener los empleos sin tener ingresos y muchos empleados están cobrando el 50% de su salario, mientras que los funcionarios públicos no sufrieron recortes.
Por otra parte, Ayala cuestionó duramente los casos sospechosos de corrupción reportados durante la cuarentena y que no tuvieron mayor sanción que la renuncia al cargo y un arresto domiciliario.
Lamentó que imperen la corrupción y la sistemática y fortalecida impunidad que se mantiene pese a que estamos en una emergencia socioeconómica. “Hoy acá cada uno hace lo que quiere y no paga las consecuencias”, cuestionó.