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Dada la crisis hidrológica en la región por la histórica bajante que afecta al río Paraná, y la solicitud del Ministerio de Relaciones Exteriores de nuestro país para bajar el embalse a la cota 219, la actual, a 217 msnm (metros sobre el nivel del mar) con el fin obtener niveles suficientes del río que permitan al país ejercer su derecho de navegación fluvial. El Consejo de Administración de la entidad binacional aceptó esa petición y autorizó el desembalse.
La decisión fue tomada en reunión extraordinaria, puesto que mediante la flexibilización del reservorio del complejo se evitará mayores contratiempos al tránsito fluvial en el río Paraná. Esto considerando el difícil escenario que está atravesando el mundo por la pandemia causada por el covid-19.
“El Consejo ha reconocido el principio fundamental del derecho internacional de la utilización equitativa y racional de los ríos internacionales, en este caso el río Paraná”, indica el comunicado dado a conocer ayer por la entidad.
Para su implementación existen factores que deben ser considerados, entre ellos, las condiciones hidrológicas y climáticas, así como las necesidades socioeconómicas de los países. “El Paraguay, siendo un país en desarrollo sin litoral marítimo, depende mucho más que otros países de sus ríos internacionales para permitir la exportación de sus productos agrícolas, base de la economía nacional, para el logro del desarrollo y bienestar de sus habitantes”, añade el escrito.
Agrega que, de esa forma, sustentado en instrumentos jurídicos internacionales que vinculan el ejercicio de esos derechos de los países ribereños con la normativa de la Itaipú, y con el objetivo de lograr un equilibrio entre los múltiples usos de los países para el aprovechamiento de sus ríos internacionales, el Consejo de Administración atendió favorablemente el pedido de flexibilización del nivel del embalse.
El viceministro de Relaciones Económicas e Integración de la Cancillería nacional, Didier Olmedo, comentó que la ecuación necesariamente llevó a esta solución, en la que se tiene que recurrir en parte a utilizar agua del embalse de Itaipú. “La gran dificultad que teníamos era la escasa demanda de energía en el lado brasileño que no permitía que un mayor caudal de agua pudiera ser turbinada para generar más energía”, dijo.
Alivio para los productores
CIUDAD DEL ESTE (De nuestra redacción regional). Rubén Sanabria, vicepresidente de la Coordinadora Agrícola del Paraguay, dijo que desde hace un mes 700.000 toneladas de productos en barcazas se encuentran varados en Itapúa y Alto Paraná debido a la bajante del río Paraná, además de otro cuantioso volumen en silos de la zona. Recordó que la flexibilización del embalse de Itaipú para navegabilidad del río fue un pedido constante del sector exportador, ya que el flete fluvial es más barato. Muchos productores de la zona ya tuvieron que enviar sus granos en camiones hasta un puerto de San Antonio, departamento de Central, donde son cargados en barcazas menores para seguir al mercado extranjero. Ese trayecto resultaba más oneroso para los productores.