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A la consulta de como ve la situación de la ganadería nacional el doctor Riera dijo, “No es muy halagüeña. Venimos de un año 2019 muy difícil, donde pasamos por todo: sequía, inundaciones, de nuevo sequía, acompañado de malos precios; y este 2020 los precios cayeron más, la sequía se está prolongando, dejando los campos de cría e invernada sin pasto, cargados de hacienda que no puede venderse, a las puertas del invierno, en medio de una crisis global y nacional como consecuencia de la pandemia covid-19. A lo que ahora debe agregarse el anuncio de Argentina de retirarse de las negociaciones comerciales de Mercosur.
¿La salida de Argentina del Mercosur, como lo ve?
En el marco jurídico del Mercosur, que Argentina se retire de las negociaciones del bloque presenta un problema significativo para nosotros, porque Mercosur debe actuar en conjunto y en consenso, y porque no es bueno dejarlo sin capacidad operativa cuando demostró que es capaz de negociar con éxito acuerdos comerciales como los celebrados después de casi 40 años con la UE, otras con el EFTA, y tiene en curso negociaciones importantes con Canadá, Corea del Sur, Singapur, Líbano e India, además de las previstas con el Reino Unido, Vietnam e Indonesia.
¿Su opinión de venderle a China?
China es “el mercado”, quien esté fuera de China se está perdiendo una oportunidad que nadie debiera perderse. Si cada chino consumiere 2k más de carne por año, la demanda agregada ascendería a 2 millones 800 mil toneladas más. Para comprender la dimensión de esto basta considerar que China necesitaría por año el equivalente a 9 años de los saldos exportables de Paraguay. Esto traducido a divisas es una cantidad enorme de bienestar para nuestro pueblo que el país está dejando pasar.
¿Uruguay podría ser el modelo a seguir?
Gran parte de su éxito es tener una institución encargada de la promoción, con base en el tipo de ganado, el profesionalismo de sus productores, la trazabilidad, control de rendimientos, cajas negras, tipificación y certificación de calidad y salud animal, por supuesto.
Es un modelo a imitar sin lugar a dudas, solo que debemos adoptar aquellas cosas de los uruguayos a nuestra realidad, propias de nuestra idiosincrasia, para lo cual necesitamos reconstruir la confianza en la cadena de valor de la carne, y sacar adelante el Instituto Paraguayo de la Carne, terminar de reglamentar e instalar el sistema de control de faena, discutir qué tipo de trazabilidad necesitamos y para qué, avanzar en la tipificación de la carne y mejorar niveles de productividad, tasa de procreo y otras cuestiones en las que podemos seguir avanzando.
¿En las redes sociales, surgió la idea de parar el envío de los animales para que los frigoríficos mejoren su precio?
Esa fue la reacción de productores que se sienten hastiados de la situación y que no encuentran una explicación razonable a los precios que estamos recibiendo por nuestro ganado.
El precio internacional, cuanto menos hasta antes del covid-19, se mantenía en un promedio de US$ 4.300/ton y los productores recibíamos US$ 2,20/kilo, mientras en los supermercados tampoco bajaban los precios.
La reacción natural es retener hacienda, no entregarla, porque con esos precios no se salvan los costos y, por supuesto, desaparece la inversión.
No es fácil, y la industria lo sabe. La solución pasa por tener disponibles todos los mercados existentes a nivel internacional, sin omitir la posibilidad de exportar ganado en pie si el precio lo permite, para, de esa manera, encontrar una salida al brete en que estamos metidos con la industria nacional.