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Los ministros de Hacienda y de Relaciones Exteriores, Benigno López y Antonio Rivas, nos obligaron a presenciar ayer una insólita práctica con pelota tata.
Luego varias horas de espera, Benigno López nos enseñó, asesor de prensa mediante, que la posible “emisión de deuda por parte de Itaipú”, para que nuestro país y Brasil reactiven sus economías, gravemente afectadas por la pandemia, era un asunto de la Cancillería, razón por la cual debíamos consultarle al canciller.
El canciller, a su vez, también por medio de su asesor de prensa, ante nuestra consulta sobre el caso, pidió que preguntásemos al ministro de Hacienda. En rigor el propio presidente confesó que el primer actor de esta inesperada representación es su hermano.
Hartos del pobre espectáculo futbolístico, optamos por escuchar la entrevista que concedió Benigno López al programa mañanero Marcando Pautas de radio 1º de Marzo, en cuyo transcurso admitió que la noticia que dio a conocer el presidente la noche anterior en la TV nacional, apenas se trataba de una “propuesta via WhatsApp –al ministro de Economía del Brasil, Martín Guedes– a sentarnos a hablar. O sea no tenemos ninguna propuesta concreta”.
Añadió que no quiere mantener las expectativas siquiera, porque la sugerencia o invitación a Guedes a sentarse y hablar de la posibilidad “no tiene ni 10 días. La idea es ‘qué les parece si podemos avanzar en eso’”. Requerido sobre los montos bajados por el presidente sobre la operación: US$ 5.000 millones que pueden ser pagados con US$ 1.000 millones por año por nuestro país y Brasil, el ministro López, como San Pedro en el Gólgota, disparó consecutivamente tres “no” y añadió “no sabemos aún el monto, va a depender de muchas cosas. Es lo que dice el imaginario de la gente”.
López admitió asimismo que, a pesar de los 10 días que pasaron desde su invitación a Guedes a sentarse a hablar sobre la idea, no hubo respuestas.
Le preguntaron cuántos días van a esperar esa respuesta. La réplica, titubeante una vez más fue que “ellos están con su problema y no podemos hablar, no podemos viajar...”.
Señalemos que el tiempo, se relaciona con la que los Gobiernos darán a la “revisión” del Anexo C del Tratado de Itaipú, cuyo plazo caduca en agosto de 2023.