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El viceministro de Relaciones Económicas e Integración de la Cancillería nacional, Dr. Didier Olmedo, comentó a nuestro diario ayer que vienen trabajando hace cierto tiempo, juntamente con representantes del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos y la Cámara de Puertos Privados, sobre cómo paliar los efectos del bajo nivel del río Paraná, que hoy es mínimo y está afectando seriamente la navegabilidad aguas abajo de Yacyretá.
Por esa razón, dijo, se realizaron, en forma conjunta con Argentina, y en el marco de la Comisión Mixta del Río Paraná (Comip), labores de dragado en unos ocho pasos críticos del río, inclusive con intervenciones del sector privado. “Si anteriormente ya teníamos problemas naturales en algunos pasos con roca y arena, ahora se ha sumado el actual bajón”, expresó Olmedo.
Dijo que es innegable que hay una situación, producto de la falta de lluvia, que tiene su efecto en el comportamiento de todos los ríos de la región, y también otro componente que guarda relación con la “operatoria hidroeléctrica” que se realiza aguas arriba de Itaipú, en territorio brasileño.
54 represas
Sobre el punto, dijo que, según un informe que leyó, Brasil posee más 50 represas o unidades hidroeléctricas que están en los principales ríos tributarios del Paraná, muchas de ellas con capacidad de almacenamiento de agua (embalses), y otras solamente de paso.
Dejó entrever que dichas “intervenciones” también podrían estar teniendo efectos no deseados sobre el “dramático caudal” y el calado del río. “Estamos trabajando juntamente con Argentina y Brasil, y de forma específica los cancilleres de Paraguay y Brasil están tratando estas dificultades”, expresó el alto funcionario del a Cancillería paraguaya.
Cosecha
El viceministro expresó que el tema es crítico para el Paraguay (así como para la Argentina), porque coincide justamente con la época de cosecha en nuestro país. “Precisamente, este año hemos tenido una cosecha extraordinaria de soja, y también se espera volúmenes mayores a los habituales de maíz, de modo que los silos estarán abarrotados de productos”, manifestó.
El funcionario dijo que en estos momentos el pedido de la Cancillería nacional está siendo analizado por las autoridades del vecino país, teniendo en cuenta que se trata de un tema bastante complejo para el Brasil, que implica la intervención o participación de varias instituciones del Estado, especialmente del sector eléctrico y también de los proveedores de energía que tiene el país, que pueden verse afectados con una decisión oficial.
Las perspectivas no son alentadoras
De acuerdo a los datos oficiales, las perspectivas no son alentadoras en cuanto a precipitaciones, al menos en el corto plazo, lo cual hará que el caudal del río Paraná siga siendo muy bajo. Ese caudal se encuentra actualmente en alrededor de 6.300 m3/s, que es prácticamente la mitad de épocas normales. En síntesis, la marcada bajante del río Paraná en el trecho entre Itaipú y Yacyretá obedece a una sequía que está afectando a toda la región y al bajo nivel de descarga a través de la represa hidroeléctrica de Itaipú. No obstante, la baja producción de energía eléctrica ha sido paliada con la reducción de la demanda, sobre todo en el Brasil, donde la misma ha caído en alrededor del 15%, por el covid-19.