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Durante el gobierno de Horacio Cartes, la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap) firmó contrato con la empresa chilena Aqualogy SA para la provisión de un nuevo sistema de facturación (software y hardware). El contrato, firmado en abril de 2016 era por G. 22.149 millones, de los cuales la Essap ya había adelantado a la firma trasandina unos G. 8.976 millones, que al cambio actual serían unos US$ 1.380.000.
El nuevo sistema de facturación, que debía abarcar a los 350.000 usuarios de capital, central e interior del país, tenía que estar operativo en diciembre de 2019, pero Aqualogy nunca avanzó en la provisión de los equipos y el funcionamiento del sistema.
Tal es así que en diciembre del año pasado, la Essap resuelve rescindir contrato con Aqualogy SA por incumplimiento del mismo.
En tal sentido, la aguatera estatal aplicó la póliza de seguro de fiel cumplimiento de contrato, es decir la garantía bancaria en caso del incumplimiento de la contratista.
Según el gerente general de la Essap, Ing. Carlos Antonio López, la póliza cubrió un total de US$ 429.000, alrededor de G. 2.800 millones a la cotización actual.
Es decir, la garantía bancaria no cubre ni siquiera un tercio del monto que ya se entregó al Consorcio Aqualogy.
Consultado sobre la millonaria diferencia que existe entre lo desembolsado por la Essap (US$ 1.380.000) y lo recibido como póliza por incumplimiento de contrato (US$ 429.000), el funcionario de la estatal manifestó que eso se está dirimiendo ya en otro ámbito.
“De la rescisión pasamos al arbitraje ya judicial, según los entendidos”, manifestó el gerente de Essap.
¿Pagos ilegales?
Otra de las versiones que surgen sobre este millonario despojo a la Essap, pero que el ingeniero López no pudo precisar, es que los adelantos al Consorcio Aqualogy fueron pagados durante la administración de Omar Ludovico Sarubbi, salpicado por otros presuntos hechos de corrupción, sin códigos de Contrataciones Públicas, o sea en forma totalmente irregular.