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Otro problema es la tardanza (semanas, inclusive meses) para taponar las roturas hasta que se convierten en enormes y profundos pozos. El problema, según dicen, son la distribución de las cuadrillas y las pocas horas laborales (solo seis horas y no ocho mediante el contrato colectivo).
Carlos López, gerente general de la estatal, respondió ayer que iba a revisar las direcciones indicadas para informar si los trabajos ejecutaron sus cuadrillas o las contratistas.
Al problema se suman los socavones de los registros cloacales. La gente coloca troncos o cualquier objeto para señalizar los pozos en el pavimiento como lo hicieron en República Francesa y Teodoro S. Mongelós. Los vecinos pusieron un neumático en el agujero para advertir a los conductores del peligro. La Av. Brasil desde su unión con Tte. Fariña hasta Cerro Corá al igual que todo el trazado de la calle 15 de Agosto, centro de la capital, también tienen socavones. Todo el sistema de alcantarillado sanitario prácticamente se hunde.