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La cartera fiscal destinó en enero más de G. 1,2 billones (US$ 198,4 millones al cambio vigente) para financiar los salarios de la administración central y entidades descentralizadas que reciben transferencias del Tesoro para su funcionamiento.
El referido monto implica un aumento del 7,9% con respecto al mismo mes del año pasado, unos G. 91.600 millones más (US$ 14,4 millones) desembolsados por el Tesoro.
Hacienda señala al respecto que la variación obedece al efecto año completo del aumento pagado a los docentes del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), que el año pasado se realizó desde abril.
Reajuste y aumento
También recibieron un reajuste del 3,8% en su remuneraciones los funcionarios administrativos que ganan hasta el sueldo mínimo, así como policías y militares, cuya escala salarial está atada a la variación del mínimo legal.
En tanto que el aumento para los maestros del MEC se dará a partir de julio, 16% que fue establecido en la ley de presupuesto.
Este incremento hará de nuevo crecer la cantidad de recursos que se asignan de los ingresos tributarios para cubrir los sueldos públicos en el segundo semestre del año.
Se estima que los servicios personales (salarios y otros beneficios pagados al personal público) se reducirán en el transcurso del año, atendiendo las restricciones establecidas en el Decreto N° 3264 que reglamenta la Ley N° 6469 de Presupuesto General de la Nación (PGN) 2020.
Entre otros, las limitaciones afectan a gastos corrientes relacionados con pagos de complementos salariales, tales como horas adicionales, subsidio familiar, la contratación y el nombramiento de nuevo personal, así como los aumentos salariales a funcionarios permanentes y contratados sin concurso público previo.
Ingresos y gastos
El informe de situación financiera explica que en enero el ingreso total del Estado cayó 8,7% (se debe a que el año pasado en este mismo mes se recibió el primer pago de Yacyretá), en tanto que los gastos crecieron 7,2% (ver infografía), donde las inversiones aumentaron 67,3% y se financia con endeudamiento.
Con estos resultados, las finanzas cerraron con un déficit fiscal de 0,03%, equivalente a unos G. 89.300 millones (US$ 13,7 millones).
El año pasado
En el ejercicio 2019, los salarios públicos terminaron consumiendo el 75% de la recaudación tributaria (de cada G. 100 recaudados G. 75 van a salarios) y con esto el gasto rígido se llevó el 97% de los ingresos, dejando poco margen para que el Tesoro destine fondos a otros gastos en salud, educación y seguridad.
Ese año la expectativa de recaudación cayó unos US$ 300 millones con relación a la estimación inicial debido a la recesión económica y la administración central terminó con un déficit fiscal de 2,8% del PIB (US$ 1.087,3 millones), con autorización del Congreso para mantener el ritmo de la inversión.
Alinear saldo rojo al tope legal
El año pasado el ejercicio cerró con un saldo rojo de 2,8% del PIB, por encima del limite de 1,5% establecido en la Ley de Responsabilidad Fiscal, atendiendo que el Ejecutivo solicitó al Congreso ampliar el tope para mantener el ritmo de inversiones y reactivar la economía tras la recesión que afectó al país. Este año 2020, la cartera fiscal deberá alinear de nuevo el nivel de déficit al tope legal establecido, aunque las proyecciones iniciales realizadas en el sector privado, por analistas y consultoras, indican que terminará por encima del 2%. Será el noveno año consecutivo de déficit de la administración central desde 2012, lo que implica mayor endeudamiento para cubrir esta brecha.