Cargando...
El canciller resaltó que Brasil se convertirá en el mayor inversor extranjero teniendo en cuenta la instalación de la planta industrial de biocombustibles, el proyecto “Omega Green Paraguay”, que implicará una inversión de US$ 800 millones.
La planta será erigida en un área de 70 hectáreas, a la vera del río Paraguay. Para ello, el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, autorizó la venta de una finca en la zona de seguridad fronteriza y aprobó la concesión y explotación de zona franca a favor de la firma inversora, ECB Group, de Erasmo Carlos Battistella.
Ricardo Feistauer, vicepresidente de la firma, había informado que la fábrica de biocombustibles que instalarán en Paraguay se diferenciará de la del Brasil en la planta de hidrógeno que incluirá, la tercera en el hemisferio sur, motivo por el cual es tan grande la inversión.
Además, había indicado que la obtención de hidrógeno será mediante el proceso de electrólisis (reacción electroquímica, proceso que usa mucha energía). Luego, la empresa aclaró que ante la alta demanda de energía eléctrica y agua, el proyecto se modificó por gas.
“ECB Group ha decidido un modo de producción de baja potencia: de los 300 MW estimados al inicio del proyecto, ahora se estima que consuma solo 40 MW. Esta es una reducción del 85% en la energía requerida para la operación de la planta”, informaba.
Tras ese comunicado, en reiteradas ocasiones se consultó sobre la tecnología que instalarán y su impacto al ambiente (ver infografía) pero Feistauer no respondió y los responsables de la agencia de comunicación contratada alegaron confidencialidad.
Se intentó conocer acerca de la licencia ambiental solicitada ante el Ministerio de Ambiente, sin éxito.
Por otra parte, acerca de la obtención de hidrógeno a partir del gas, Gustavo Arturo Riveros, doctor en Planificación de Sistemas de Energía con énfasis en la Tecnología del Hidrógeno por la Universidad Estadual de Campinas (Brasil), indicó que el uso de gas natural para la producción de hidrógeno libera principalmente dióxido de carbono (CO2), principal causante del efecto estufa. “Se puede evaluar la posibilidad de capturar el dióxido de carbono y confinarlo a fin de evitar su liberación al ambiente. Cuando este gas es liberado directamente, no se puede considerar como un método de producción amigable con el medio ambiente”, dijo.
Producción, fuente abundante de CO2
Un reportaje de la BBC Mundo, publicado el 3 de enero último, informa que la clave del hidrógeno como combustible es que cuando se quema solo deja tras sí vapor de agua, en lugar de los gases de efecto invernadero (que ocurre con los combustibles fósiles). Sin embargo, el informe detalla que la gran mayoría (99%) del hidrógeno que se produce a partir de hidrocarburos, gas natural y carbón, hace que su propia producción sea una fuente abundante de emisiones de dióxido de carbono (CO2).