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Los diputados ayer dieron media sanción al proyecto de ley de Presupuesto General de la Nación (PGN) para el ejercicio del año 2020 tras una bochornosa sesión llevada a cabo en dos días, que incluyó gritos, acusaciones e insultos.
El proyecto pasa a consideración de la Cámara de Senadores, que tiene 15 días para expedirse. Se estima que en ese organismo volverá a ser modificado.
En la jornada de ayer, los diputados aprobaron el pago del 16% de suba salarial para docentes del MEC desde abril (se previó desde julio), con un costo extra de G. 178.000 millones (US$ 28 millones). Los maestros adelantaron que buscarán que los senadores aprueben el incremento desde enero.
La Cámara Baja también incluyó un incremento del 7,3% para los funcionarios de la ANDE mediante una reprogramación, así como G. 400.000 para cada funcionario del Crédito Agrícola de Habilitación (CAH), para directores de la Contraloría y otros.
No prosperó el pedido de suba salarial de los empleados de las instituciones del Poder Judicial, pero se concedió más fondos para contratación de personal en la Corte, y la creación de cargos en el Ministerio Público, el Ministerio de la Defensa Pública y el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados.
Además, los diputados confirmaron el incremento del aporte para los partidos políticos, el recorte del almuerzo escolar para Asunción que fue destinado a las gobernaciones, así como a la AFD previsto para créditos para viviendas, de unos G. 64.000 millones (US$ 10 millones), entre otros.
El miércoles último, en el primer día de sesión, los legisladores decidieron mantener el tope del proyecto planteado por el Ejecutivo, de G. 86,2 billones (US$ 13.520 millones), pero por dentro realizaron recortes a horas extras, adicionales, temporales, bonificaciones, entre otros.
Con dicha operación se logró disponer de unos G. 274.000 millones (US$ 43 millones), pero debido a las críticas porque afectaron instituciones en su funcionamiento, ayer reconsideraron y excluyeron a Salud, fuerzas públicas, entre otros, quedando el monto en G. 204.337 millones (US$ 32 millones), que fueron distribuidos para convertirlos en gastos rígidos (más salarios).
Al ser gastos rígidos, debe pagarse , y se amplía la brecha entre lo recaudado y los salarios, dejando al fisco con cada vez menos margen de maniobras ante el impacto de la caída de la economía y de los menores ingresos.
Con esos aumentos, los diputados iniciaron el periodo de caza de votos en el sector público con miras a las internas y las municipales del año próximo.