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La nueva ley “De modernización y simplificación del sistema tributario nacional” entrará a regir el 1 de enero de 2020 y los contribuyentes deberán adecuarse a las modificaciones que son introducidas en los impuestos directos e indirectos.
La administración tributaria cuenta actualmente con 871.901 contribuyentes en los diferentes impuestos vigentes, muchos de ellos modificados con la nueva ley que será próximamente promulgada por el Ejecutivo.
Para la abogada especialista en Tributación, Nora Ruoti, el referido proyecto de ley busca la justicia y equidad tributaria, por lo que descartó que exista un “impuestazo” como se venía manejando desde el sector empresarial.
Explicó que el proyecto de ley sancionado mantiene la tasa del 10% para las empresas, centra su recaudación en quienes reciben dividendos y utilidades con tasa del 8%; en tanto que el Impuesto a la Renta Personal (IRP) limita las deducciones, pero aún mantiene muchas de ellas.
Además, dijo que las pequeñas y medianas empresas podrán pagar el Simple y Resimple (régimen simplificado), se cobrará impuesto a los servicios digitales, se introduce un control importante con la figura del precio de transferencia y se incorporan directrices internacionales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Ruoti también destacó que se seguirá incentivando la venida de inversiones extranjeras mediante la deducción de los impuestos que se pagan en otros lados y, con todo lo señalado, insistió en que es favorable porque resultará más simple para las personas físicas.
Por su parte, Alba Talavera, del Colegio de Contadores del Paraguay, también hizo hincapié sobre la simplificación y modernización de todo el sistema tributario, así como también en que será más equitativo ya que pagarán un poco más los que tienen más poder adquisitivo.
En ese sentido, puso como ejemplo que los empresarios que retiraban dividendos y utilidades hasta este año pagan una tasa adicional del 5%, pero desde el próximo año van a pagar 8% en forma única y definitiva.
Con respecto a los pequeños y medianos contribuyentes, expresó que en el caso del Resimple permitirá formalizar a los pequeños contribuyentes y estos al tener un RUC podrán obtener préstamos en el sistema financiero, que hoy no lo pueden hacer por lo que están a merced de los usureros.
Talavera resaltó que los pequeños contribuyentes no pagarán IVA ni llevarán libros contables, pero sí deberán entregar facturas a los clientes. En el caso del IRP, señaló que serán contribuyentes de este impuesto las personas que tengan un ingreso de G. 80 millones; mientras que en lo que respecta a la renta empresarial, se incluye la posibilidad de arrastrar pérdidas fiscales por cinco años.