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En una sorpresiva conferencia de prensa convocada ayer a la noche, el Canciller Luis Alberto Castiglioni anunció que el gobierno de Mario Abdo Benítez pedirá esta semana al Brasil anular el acuerdo secreto firmado en mayo pasado por ambos países. Aseguró que inclusive ya había tomado contacto telefónico con su par brasileño Ernesto Araújo y que esta semana finiquitarán los pasos.
Castiglioni dijo que el gobierno decidió “solicitar al Brasil la convocación de las altas partes en el transcurso de esta semana que se inicia, donde solicitaremos la anulación, dejar sin efecto el acta bilateral, para que vuelva a instancias eminentemente técnicas”.
Culpó a la oposición
Varias veces repitió que la decisión fue tomada debido a la “gran desinformación que fue aprovechada para una gran manipulación política” y culpó principalmente a sectores de la oposición. En un momento de la conferencia de prensa repitió que reparar la supuesta “desinformación” tomaría inclusive un par de años.
Según el canciller, Abdo Benítez tomó la decisión para dejar que sean técnicos energéticos los negociadores del acuerdo. Agregó también que hoy se presentará ante la Cámara de Senadores para brindar los informes correspondientes sobre el acta firmada en secreto en mayo pasado.
No pueden permanecer
Ninguno de los funcionarios paraguayos que participaron de esta “negociación” en contra de los intereses paraguayos debería seguir en sus puestos.
Se debe recordar que como sustituto del renunciante Pedro Ferreira fue puesto al frente de la ANDE Alcides Jiménez, que no es otro quien aportó y justificó el marco técnico que se estuvo negociando. De igual manera, el director paraguayo de Itaipú, José Alberto Alderete, se prestó junto con su director técnico José Sánchez Tillería en negociaciones en las cuales ellos participaban y tomaron partido a favor de intereses brasileños.
Preguntas sin responder
No deberían permanecer en sus cargos ninguno de quienes avalaron la actitud entreguista con que se manejaron las negociaciones.
A tal punto se jugó el partido a favor de Brasil que en el Acta aparece un término “energía vinculada” que no aparece en todo el tratado, pero que sí es familiar en la literatura propia del negocio eléctrico en Brasil, no así en Paraguay y menos aún, ni siquiera figura en el Tratado.
Se sospecha que el Acta fue redactada por técnicos de Itamaraty y que la versión en castellano terminó siendo un mal remedo.
Aún con la intención del gobierno paraguayo de recular en el acta, quedan un montón de interrogantes que hacen sospechar que todo fue un contubernio a favor de intereses brasileños por parte de funcionarios públicos paraguayos desleales que traicionaron al Paraguay.