Con el Acta, Brasil quiere evitar que Paraguay use toda su energía en Itaipú

El Acta Bilateral sobre el aprovechamiento de Itaipú, que pudo conocerse gracias a la renuncia del presidente de la ANDE, Ing. Pedro Ferreira, es apenas una táctica de la estrategia brasileña. El documento tiene vicios de nulidad.

Central hidroeléctrica de Itaipú, costa paraguaya, el vertedero derrochando la posibilidad de generar electricidad, la presa principal y la casa de máquinas.  Adelante el colosal reservorio.
Central hidroeléctrica de Itaipú, costa paraguaya, el vertedero derrochando la posibilidad de generar electricidad, la presa principal y la casa de máquinas. Adelante el colosal reservorio.Archivo, ABC Color

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Una vez más, en el ámbito de las relaciones paraguayo/brasileñas para el aprovechamiento de Itaipú, el Poder Ejecutivo, con el presidente Mario Abdo Benítez a la cabeza, pretende tapar el bosque con el árbol: el bosque, el tupido follaje de intereses del Brasil amenazado por la revisión de las disposiciones del Anexo C en 2023; el árbol, el Acta Bilateral del 24 de mayo del presente año, firmado por el embajador paraguayo ante el Gobierno brasileño, Bernardino Hugo Saguier Caballero, y el secretario de negociaciones bilaterales y regionales en las Américas de Itamaraty, Pedro Miguel da Costa e Silva.

La República Federativa del Brasil con el acta en cuestión no pretende conformarse con un mayor aprovechamiento de la energía superior o adicional a la garantizada de la central binacional, escasamente relevante para su sistema eléctrico, porque su peso promedio en la tarifa del MWh que hoy pagan oscilaría apenas entre 1 y 2 dólares por esta unidad.

Por consiguiente, debe concluirse que la estrategia brasileña en los cuatro años que nos separan del 13 de agosto de 2023, año en que el Tratado de Itaipú cumplirá 50 años de vigencia, una de las condiciones principales que establece el Tratado para la revisión de su Anexo C o Bases financieras y de Prestación de los servicios de Electricidad de la Itaipú, es mucho más pretenciosa y, por ende, más perjudicial para los intereses paraguayos.

De esa estrategia pueden visualizarse las siguientes aristas: 1.- Evitar que nuestro país utilice una mayor cantidad de su energía mediante la atracción de inversiones y la desregulación del sector eléctrico.

2.- Debilitar financieramente a la ANDE en los cuatro años que nos separan del 2023. La táctica más eficiente en pos de la estrategia brasileña fue la imposición a nuestros representantes del Acta Bilateral, que obligará a la empresa eléctrica estatal paraguaya a absorber una sobrefacturación en su contratación de Itaipú superior en torno a los US$ 300 millones, la suma que hoy invierte con la intención de fortalecer su sistema.

La nulidad del Acta

El Acta, que traspuso los límites de los organismos técnicos de Itaipú (Cadop Cecoi), así como de la ANDE y Eletrobras, y se enclaustró entre las cuatro paredes de la “diplomacia”, sufre de nulidad incurable, como diría el jurista Gustavo De Gásperi (+), además de los vicios de gestación, modifica instrumentos diplomáticos complementarios del Tratado y al mismo Tratado.

En lo concerniente a los vicios de gestión del documento, el embajador Saguier, ante la insistencia de la prensa, admitió que prescindió de los técnicos de la ANDE.

La utilización del Art. XXII del Tratado para justificar este inexplicable soslayamiento es una repetitiva falacia, porque un diplomático, inclusive en su instancia, tal vez con mayor “diplomacia”, lo que hace es reiterar las conclusiones técnicas.

En lo concerniente al Tratado y sus instrumentos complementarios, el Acta despojó a los organismos de la Alta Administración de la entidad binacional, Directorio Ejecutivo y Consejo de Administración, y los entrega a “los directores técnicos”, en el caso de la “flexibilización del nivel del reservorio”, una práctica que se volvió habitual en lapsos de sequía y benefició abrumadoramente al Brasil, a pesar de que las aguas del embalse forman parte del condominio binacional, así como la energía potencial inmersa en cada metro cúbico empleado en esas circunstancias.

Otra colisión llamativa con un instrumento diplomático complementario del Tratado está contenida en el parágrafo 3° del punto I del Acta Bilateral, que menciona una tasa de tolerancia del 6% a las contrataciones de la ANDE. Si tomamos la cantidad de potencia que podrá contratar la estatal en 2022, 1924 MW, veremos que el 6% supera ligeramente los 100 MW (115,44 MW). En otras palabras, el Acta nos retrotrae a la Nota Reversal N° 5 del 26 de abril de 1973, que admitía una tolerancia 100 MW sobre la cantidad contratada. Tan inflexible fue ese margen de tolerancia que el 28 de enero de 1986 se vieron obligados a suscribir e intercambiar otra Nota Reversal, la DM/T/N.R. N° 5, fue ampliada hasta 350 MW.

Historia de una noticia desmentida

“Brasil hizo saber que no renunciará a energía de Itaipú a favor de Paraguay”, fue el título del material informativo que publicaba ABC Color el 11 de mayo último.

La noticia arrancaba del modo siguiente: “El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, adelantó el viernes último a Marito que su país ‘no está en condiciones’ de dejar que Paraguay acceda al 50% de la energía que le corresponde en Itaipú, porque no tiene otra fuente alternativa, según un informante que participó de la ‘palada inicial’ para el segundo puente”.

El material desató una ola de desmentidos, a la que se sumó el presidente Abdo, la embajada de Brasil, pero, “cuando el río suena es porque piedras trae”.

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