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En ese sentido, aseveró que (Jair) Bolsonaro, presidente del Brasil, y Abdo Benítez, de Paraguay, han firmado, a través de sus embajadores, un “acuerdo secretista”, objetado por técnicos de su confianza, como eran los ingenieros Pedro Ferreira y Fabián Cáceres, razón por la cual “fueron echados” de sus cargos. “Ellos no renunciaron”, afirmó.
Al referirse a un comunicado entregado a la prensa, Canese manifestó, además, que la delegación paraguaya, conformada por Nelson Argaña, Blanca Lila Mignarro, Enzo Cardozo, Juan Félix Bogado Tatter, Luis Neumann y Manuel Morínigo, también denuncia que el Acta Bilateral representa una “modificación gravísima” del Tratado de Itaipú, razón por la cual debe pasar por el Congreso y el Parlasur, de lo contrario no debe entrar en vigencia.
Afirmó que si en estas condiciones aparece una industria que necesita mucha energía, el Gobierno le va a tener que decir que vaya al Brasil, o si no (Marito) le va a tener que “pedir de rodillas” a Bolsonaro un poco de energía, y este le va a aplicar precio de mercado, “que es una fortuna”.
“Además, perdemos la energía barata (adicional a la garantizada y los excedentes), que representan US$ 250 millones. Eso representaría un tarifazo o la destrucción del sistema eléctrico”, alertó.
Acotó que se renuncia al 50% que le corresponde al país de esa energía adicional a la garantizada y se queda con el 13%. “Perdemos las aguas del embalse, que valen una fortuna, pero se le entrega al Brasil gratis”, dijo.