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En esta ocasión, la fiscalización del Incoop observó debilidades como el exiguo respaldo de origen de fondos depositados, falta de documentación actualizada, llenado insuficiente de perfil de socio, y otros riesgos generales del negocio que fueron detectados en alerta temprana.
El documento también menciona la falta de dirección y control por parte de los integrantes del Consejo de Administración y la Junta de Vigilancia, quienes debían velar y proteger el activo de la masa societaria.
En virtud a los hechos citados, el órgano regulador ordenó la suspensión en sus cargos y funciones a los miembros titulares y suplentes del Consejo de Administración, Junta de Vigilancia y gerente general de la entidad, y se designó una comisión interventora para la administración temporal de la cooperativa, de acuerdo con lo dispuesto por la Resolución N° 20.306/19 emitida ayer.
La entidad ya está intervenida y controlada por el Incoop, mientras que las operaciones continuarán funcionando sin inconvenientes y los socios operando con normalidad, informaron ayer desde el órgano regulador.