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Al ser informada acerca de una versión (atribuida hace algunos meses al propio presidente del Brasil, Jair Bolsonaro) según la cual la vida útil del embalse no sería mayor a 30 años, debido a la rápida acumulación de sedimentos, la ingeniera Ana Carolina Gossen explicó que la binacional viene monitoreando desde hace un tiempo el lecho del dique, a través de estimaciones sedimentométricas para calcular la vida útil del embalse de la represa hidroeléctrica, una de las mayores del mundo.
Dijo que para ese efecto tienen instaladas más de 14 estaciones de monitoreo de sedimentos, que realizan los controles en forma continua. “En función a esta información, y por medio de unos modelos matemáticos, se estima la acumulación de las toneladas de sedimentos al año, se actualizan los cálculos cada cuatro años, y el año pasado (2018) fue el último corte, y nos dio una proyección de vida útil de 184 años”, enfatizó.
Comentó que la margen derecha (lado paraguayo) ha adquirido precisamente el año pasado un equipamiento denominado “Multibeam”, que va montado a una embarcación especialmente preparada para realizar relevamientos hidrográficos o batimétricos (estudio de las profundidades marinas, fluviales o lacustres), que permiten medir cómo está exactamente el lecho del embalse, para así precisar y complementar las informaciones provenientes de las modelaciones. “Este tipo de tecnología, única en el país, permite realizar mediciones de alta resolución, que brindará una cobertura de casi el 100% del lecho del embalse”, destacó Gossen.
Antiguo canal preservado
Sobre el punto, explicó una imagen obtenida por esta tecnología, que muestra que el antiguo canal del río Paraná “está preservado” y no se observan sedimentos, al menos en el tramo que se encuentran midiendo, correspondiente a la zona media del embalse. Dijo que de los aproximadamente 170 km de longitud del embalse, ya han trabajado en alrededor de 70 km.
Añadió que se trata de un trabajo “intenso y extenso”, porque la idea es relevar 1.350 km2 de área. “Normalmente los procesos de sedimentación se manifiestan a través de la formación de dunas o acumulaciones de arena, pero en esta imagen se nota muy bien que el lecho del Paraná sigue siendo rocoso, al menos en este tramo”, puntualizó.
Sedimentación
Consultada si existen maneras para combatir el proceso de sedimentación, en el caso de que su formación sea más rápida y ponga eventualmente en riesgo el embalse y la represa, la profesional, que es ingeniera química, con una maestría en Hidrología y Gestión de Recursos Hídricos, contestó: “Itaipú viene tomando medidas hace años, como la preservación de las áreas boscosas, la restauración de la franja de protección, manejo de suelo, reforestaciones, entre otros. Son acciones que buscan mitigar la erosión proveniente del suelo”.
Preguntada cómo se lucharía contra la acumulación de tierra en el embalse, dijo que en el caso de que eso se dé, se puede recurrir al dragado, pero en zonas muy puntuales, teniendo en cuenta la gran extensión del embalse. “Ahora no vemos que exista esa necesidad, el volumen de agua disponible es suficiente”, subrayó.