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El miércoles último, los consejeros paraguayos de Itaipú analizaron el estudio de factibilidad y anteproyecto de esclusa de navegación, elaborado por la Comisión Nacional del Rodano (de Francia) y la firma consultora holandesa Witteveen Bos. Esta última, inclusive, trabajó en el Canal de Panamá y tiene una vasta experiencia en esta materia, según comentó en la víspera el Ing. Román Romei, consejero paraguayo de Itaipú.
Dijo que se hizo un recuento de los distintos estudios hechos anteriormente (cuatro) antes del realizado entre 2017-2018. Acotó que uno que data de entre 1972, elaborado por la Comisión Técnica Mixta Paraguayo-Brasileña, antes de la construcción de la represa, y otro en 1978, en plena construcción de la hidroeléctrica.
Recordó que luego se hizo un estudio nacional hacia la margen izquierda (lado brasileño) y después, en el 2011, otro estudio de previabilidad, costeado por el BID, y que se actualizó entre el 2017-18, porque habían cuestiones que no nos cerraban, como por ejemplo el valor remanente de la esclusa en el largo plazo.
Financiamiento
Consultado cómo se piensa financiar este nuevo emprendimiento, teniendo en cuenta que la deuda de Itaipú debe estar cancelada para el 2023, de forma a revisar el Anexo C, contestó que eso ya se definió en la Nota Reversal N° 8, del 26 de abril de 1976, que establece que los recursos serán asignados “en el momento oportuno” por las Altas Partes (Gobiernos de ambos países). “En el año 2023 Itaipú va a estar libre de deuda, esa es una realidad, y si eventualmente las Altas Partes deciden seguir con este proyecto, la siguiente etapa sería la presentación del Proyecto Ejecutivo y la fuente de financiación”, afirmó.
Consultado si haría falta un nuevo préstamo o Itaipú dispondrá de recursos propios, Román Romei contestó: “Es factible cubrir esto a partir de recursos genuinos de la entidad, que serán excedentarios a partir del año 2022, sin necesidad de endeudamiento. Bastaría con que las altas partes digan que esta inversión la van a incluir dentro de los costos de explotación”.
Preguntado si habría que esperar que la deuda llegue a cero, dijo: “De hecho, lo primero que hay que hacer es el Proyecto Ejecutivo, y eso no se hace de la noche a la mañana, hay que hacer unos estudios muy profundos, y a partir de allí ver cómo se financia. Todavía hay procesos que pueden ser demorados. La construcción en sí, una vez que se dé la orden de inicio, no debería demandar más de cinco años”.
Estimó que con el Proyecto Ejecutivo y la fuente de financiamiento definidos, la obra se podría estar iniciando entre los años 2022-2023, ya va a depender de las negociaciones que se lleven a cabo.
Afirmó que el proyecto interesa a ambos países, pero para ellos un transporte hidroviario que les conecte con São Paulo es muy importante. “Sabemos que un país tan grande como Brasil está teniendo saturaciones en sus rodovías”, subrayó.
Aguas arriba de Itaipú hay 8 canales
El Anexo B del Tratado de Itaipú establece que se tiene que estudiar la transposición del embalse de la represa, teniendo en cuenta que, de acuerdo a otros tratados internacionales, no puede haber inconvenientes a la libre navegación de los ríos, afirmó igualmente el consejero Osvaldo Román Romei. Dijo que en la hidrovía Paraguay-Paraná hay una esclusa (en Yacyretá), pero no en Itaipú, aunque sí aguas arriba hasta São Paulo (Brasil) hay ocho esclusas de navegación que permiten el transito en toda la región, sin inconvenientes. Acotó que hay pasos más complejos a la altura de Salto del Guairá, donde el calado del embalse no es tan bueno, “pero nada que no se pueda arreglar”.