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El reporte publicado ayer detalla que en nuestro país están comenzando a surgir nuevos sectores que venden en mercados del exterior, como las exportaciones de la industria manufacturera del régimen de maquila, pero que aún son reducidas. Las exportaciones no agrícolas y de energía no hidroeléctrica alcanzan solo el 7% del total exportado.
Los expertos Bas Bakker y Natasha Che sostienen que hacer de Paraguay un destino de inversión más atractivo podría contribuir a acelerar la transformación. Como se analizó en la última evaluación económica para Paraguay de abril pasado, una mejora del clima de negocios y de los indicadores de gobernanza facilitaría la diversificación y el crecimiento de la productividad.
Nuevamente el organismo se hace eco de la necesidad de mejorar la infraestructura de transporte, el Estado de derecho y la gobernanza, y la calidad de la educación.
Se destaca que Paraguay tuvo un buen desempeño en los últimos 15 años, ya que se recuperó de una crisis anterior, se desacopló de sus vecinos más importantes y logró grandes avances en la reducción de pobreza. “Estos logros se vieron favorecidos por un cambio de rumbo en las políticas macroeconómicas, así como también por una escalada de precios de las materias primas agrícolas. Si sigue aplicando lo que ha funcionado bien (políticas macroeconómicas prudentes), implementando al mismo tiempo otras reformas en el lado de la oferta, es posible que continúe el crecimiento sólido”, sostienen.
Si sus extraordinarios resultados económicos se mantienen, pronto la gente podrá pensar en Paraguay como la Suiza de Sudamérica, concluyen los expertos.