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Con respecto a los juegos de la selección nacional comentó que “hicimos buenos partidos, hay más cosas positivas que negativas, si bien en ambos partidos la diferencia fue de 20 puntos, pienso que en algunos momentos del juego estuvimos a la altura de Argentina, de Panamá, y, de la misma Uruguay en la ventana pasada. Tenemos material, sino que nos falta más trabajo, conocernos mejor en el equipo y tener una mejor preparación con mas tiempo”.
Prosiguió: “No debemos pensar en reunirnos unas semanas antes de cada partido. Creo que tenemos que empezar a mirar ya desde ahora la ventana del mes de junio, estos dos partidos de local y por qué no, pensar en ganar a ambos equipos aquí en Asunción. Ojalá los dirigentes miren esto de la misma forma que yo veo”.
El accidente. En cuanto a lo sucedido recordó que “un jugador argentino convirtió con una volcada y yo fui para sacar la pelota. Entonces no había signos que el aro vaya a caer. Sin embargo, una vez que estuve en el fondo para sacar, directamente ya sentí el golpe. La primera impresión que tuve fue que un jugador argentino saltó encima mío (risas), pero ya cuando sentí el golpe y me caí, vi que era el tablero que se vino abajo”.
Señaló que “fue un golpe muy fuerte, que me agarra primeramente el aro en la cabeza, que es lo que produce el corte y el sangrado, el tablero también me pega en la parte del cuello, pero por suerte, gracias a Dios, estaba agachado. Entonces, como el aro baja hasta cierta altura nomás no me agarró tan fuerte digamos. Otra historia hubiera sido si yo estaba parado y caía todo el tablero. Tuve el corte en la cabeza, que me cerraron con un pegamento, no tuve ningún punto, y lo del tablero en el cuello por suerte no me ocasionó mareo ni dolor de cabeza, solo el dolor en sí”, concluyó el excelente jugador.