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Karim González, presidente de la FPG, calificó los daños como: “La mayor y peor pérdida en implementos deportivos que ha sufrido la Federación” (implementos costeados por la misma), como colchonetas, colchones, trampolines de salto, auxiliares varios, madera terciada, pedana de suelo, entre otros.
En la nota, se mencionan además otras falencias en aspectos como la capacidad del sistema de drenaje pluvial, ventanales inadecuados para evitar la filtración en gran escala del agua de lluvia, que no cuenta con el sistema completo de apertura y cierre, inclinación incorrecta del piso (en lugar de correr el agua hacia afuera, lo hace hacia adentro), mala calidad del techo aislante (empezó a caerse), cañerías que filtran de las paredes inundando baños y pasillos sin necesidad que llueva, altas temperaturas por la falta de un sistema de enfriamiento, falta de presión del agua, entre otras.
La lluvia registrada entre el sábado y el domingo dejó a la vista las falencias con las que fue habilitada la construcción de los diferentes bloques. El lunes, el local de la Federación de Halterofilia continuaba con varios milímetros de agua que los propios atletas intentaban vaciar. Además se pudo observar varios de su elementos dañados por el agua.