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La hinchada reclamaba por la falta de “finalización”, sobre todo ante la Vinotinto, y ya había abucheado a sus seleccionados. El esquema de Neres por izquierda y Richarlison por derecha no le daba resultado en goles.
Dos de las anotaciones ante Bolivia habían sido de un volante, Philippe Coutinho, y la tercera fue de una variante en el segundo tiempo: Everton por Neres.
El cambio en el ritmo del juego fue notorio.
Sin Neymar, con Everton
Tite tiene como brazo derecho a un hábil estratega, Cleber Xavier, que anota cuántas finalizaciones tienen sus atacantes, cuántas llegadas... todo. Tenía la cosa clara. Ante la falta de un Neymar gambeteador –ausente por lesión– necesitaban desequilibrio. La solución era colocar desde el inicio a Everton y a Gabriel Jesús. “Llamé a los cinco (Neres, Richarlison, Everton, Willian y Gabriel Jesús) y les dije: cada uno tiene una característica diferente”, contó Tite. “Dijo que iba a hacer cambios y dar oportunidad a Everton y Gabriel Jesús y que entendiéramos. El que entra es porque está jugando muy bien”, contó Neres.
La selección brasileña ya está en Porto Porto Alegre esperando a su rival de cuartos de final (Paraguay, Japón o Ecuador), al que enfrentará el 27 de junio.