Cargando...
Según la Superintendencia, “altos directivos” y otras personas de la FCF y de las compañías Ticketshop y Ticketya planearon, diseñaron y ejecutaron una “estrategia” que permitió desviar más de 42.000 entradas para ocho partidos para ser revendidas.
La fuente de información es la firma Ticketshop, en “condición de delator”, que aportó un cúmulo de pruebas, al parecer irrefutables. En caso de que la Superintendencia “declare que existió violación de las normas de la libre competencia económica” se impondrían multas cercanas a los 30 millones de dólares.
Las sanciones e investigaciones recaen en el actual presidente de la FCF, Ramón Jesurún, su antecesor, Luis Bedoya, así como los miembros del Comité Ejecutivo de la Federación y los directivos de las compañías privadas encargadas de la venta de la boletería.