Ramírez y Amarilla, pichones gumarelos

MEDELLÍN, COLOMBIA (Luis Irala, enviado especial). El volante Iván Rodrigo Ramírez Segovia y el delantero Luis Antonio Amarilla Lencina, ambos de 18 años, productos de la cantera liberteña, son los jugadores más jóvenes del plantel de Libertad que consiguió la noche del jueves su pase a la semifinal de la Copa Sudamericana, pese a perder ante Itagüí, 1-0, haciendo valer el Gumarelo la victoria de 2-0, conseguida en Asunción.

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Amarilla integró el banco de suplentes en el juego ante los colombianos, pero no ingresó, y Ramírez, a pesar de no haber estado entre las alternativas preparadas por el técnico Pedro Sarabia, aportó lo suyo al plantel para que logre su acceso a la semifinal del torneo internacional.

Iván nació en Asunción el 8 de diciembre de 1994 (1,77 de estatura y 70 kilos), ingresó en el Gumarelo en el 2008 y tuvo su estreno en la primera el domingo pasado en el triunfo, por 1-0, ante Cerro de Franco, en Tuyucuá. Fue integrante este año de la selección Sub 20 dirigida por Víctor Genes en el Sudamericano disputado en enero en Mendoza, Argentina, y luego en el Mundial de la categoría disputado en junio, en Turquía (eliminados en octavos de final).

Ramírez dijo a ABC Color: “Ya había integrado el plantel de Libertad ante Montevideo Wanderers, en aquel triunfo por 2-1, en el debut del equipo en la Copa Sudamericana. Mi puesto habitual es el de volante central, lugar en que me siento más a gusto, ya que poseo más panorama dentro del campo de juego. Esta es una experiencia muy linda y mi propósito es aprender día a día de todo lo que veo y realizo”.

Luis Antonio vino al mundo el 25 de agosto de 1995, en la ciudad de Areguá, mide 1,82 de estatura y pesa 74 kilos, ya disputó tres encuentros en la máxima categoría, debutando ante Cerro Porteño (0-0, por la 9a. fecha del Clausura). Ancló en Libertad en el 2010, luego de haber pasado por la escuela de fútbol del club Olimpia, y hace dos meses firmó su primer contrato.

Amarilla, a pesar de su corta edad, ya tuvo una breve pasantía nada menos que en el Real Madrid de España. Fueron 15 días de pruebas y en el primer entrenamiento marcó cinco goles. Regresó al país y una inoportuna operación de una hernia inguinal postergó su posibilidad de fichar por el “Real”. Sin embargo quedó abierta la posibilidad de una futura transferencia no solo a España, sino a otros clubes de Europa. “Totín”, como se le conoce a Amarilla, expresó a ABC Color: “el fútbol es mi pasión, tengo muy claro que es la profesión que elegí. No me inquieta una futura ida al exterior, mientras tanto seguiré aportando mi granito de arena tanto en el torneo local como en la Sudamericana”.

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