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Si no logra el equipo paraguayo imponer un buen fútbol, entonces que le sobre actitud en el campo de juego y si la definición va a los penales, que se repita lo de hace exactamente 4 años, cuando el 27 de junio de 2015, en Concepción, Chile, la Albirroja se pegó de nuevo el gustazo de eliminar al seleccionado brasileño en esta misma instancia.
Si no hay ganador en el tiempo reglamentario, el boleto a la otra ronda de la Copa, y acreditarse otros 3 millones de dólares (que se agregarán a los 6 millones de la misma moneda ya asegurados), irán a los remates desde los doce pasos, pues el período de alargue solo se implementará en semifinales.
Todo el favoritismo lo tiene el equipo local, pero se siente en el ambiente del vecino país el temor de que se repita lo de 2011 en La Plata, Argentina, y lo de Concepción, Chile. ¡Vamos Paraguay!