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Después de la derrota del viernes en casa contra Independiente por 2-1, se agudizó la crisis auriazul y el técnico dispuso no contar para el decisivo juego siguiente con Víctor Centurión, Vladimir Marín y Pablo Zeballos, por distintos motivos.
El arquero no quiso estar en la banca de suplentes y el DT considera el hecho como una falta disciplinaria; el volante colombiano no cumplió con las indicaciones técnicas durante el encuentro y además de encuentra en un nivel bajo, en tanto que PZ, que sí tuvo un buen partido, tuvo un altercado en el entretiempo con el joven Alexis Rojas, a quien habría recriminado con vehemencia y su actitud fue reprobada por el orientador.
Parecía que todo estaba mal. El titular del departamento de fútbol, Rufino González, hizo pública la decisión adoptada por Schönhauser, hasta que el presidente del club, Wálter Benítez Ferreira, salió al paso al consignar que ayer tuvieron una reunión matinal en la que se aclararon las cosas y que no existe exclusión alguna. El panorama cambió completamente.
Luqueño se jugará su continuidad en la Copa Sudamericana contra el Cali, en el enfrentamiento del martes a celebrarse en el estadio Feliciano Cáceres, a las 20:45, con el arbitraje del brasileño Raphael Claus. En el choque se ida, cumplido el pasado 28 de febrero, los “cafeteros” se impusieron como locales por 1-0.
No podrán alistarse Derlis Alegre Amante y Adrián Fernández, quienes se encuentran lesionados; Miguel Godoy está suspendido y el volante aregüeño Luis Carlos Matto no figura en la lista de buena fe.
Las entradas costarán 10.000 guaraníes en Graderías; 20.000 en Plateas y 40.000 en Preferencias; los visitantes deberán abonar G. 100.000 en Preferencias Sur.