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En todo caso quedó claro que Paul Keres, por diversas razones, no era el preferido de las autoridades soviéticas sino Mikhail Botvinnik.
No fue un caso único, en los años 70 Korchnoi pasó por algo similar, sufrió por las preferencias de las autoridades por Karpov, él eligió desertar de la URSS en 1976.
Kasparov pasó por lo mismo a principios de los años 80, pero pudo hacer algo que ni Keres ni Korchnoi pudieron, tuvo aliados dentro del poder soviético.
A la pregunta de por qué no llegó a ser campeón mundial, Keres dijo que tuvo mala suerte, lo que indudablemente influyó, nunca estuvo “en el lugar correcto en el momento apropiado”, pero parece una explicación insuficiente.
Reshevsky añade otra razón: “Creo que Keres falló en este aspecto porque no tenía instinto asesino. Era demasiado apacible para darlo todo para derrotar a sus oponentes. Tomaba todo, incluso su ajedrez, filosóficamente. Keres es una de las personas más agradables que tuve el placer de conocer. Con su amistosa y sincera sonrisa hacía amigos con facilidad. Era amable. Sí, amaba el ajedrez, pero ser una buena persona era lo primero”.
Durante una conferencia que Boris Spassky dio en 1965 en Novosibirsk se le hizo esa pregunta, esto es lo que contestó: “Imaginen a un joven de 24 años, que ya es un gran maestro muy fuerte y que ama a su Estonia, su pequeño país que en un corto lapso de tiempo cambia de manos, de las de Stalin pasa poco después a las de Hitler y otra vez a Stalin. ¿Qué siente cuando pasa todo esto?”, en otra ocasión lo clarificó un poco más: “Sé por experiencia personal que para llegar a lo máximo debes pensar solo en tu meta. Debes olvidar todo lo demás en el mundo, dejar de lado todo lo que es innecesario – o estás listo. ¿Cómo podía Keres olvidar todo esto?”.
También se destaca que las autoridades soviéticas no olvidaron sus torneos jugados en terreno dominado por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial y lo tenían bajo vigilancia, lo que comprensiblemente obligaba a Keres a gastar energía en asuntos externos al ajedrez, esto reafirma la opinión de Spassky.
Volvamos a su carrera, en el torneo de Ostende 1937 jugado inmediatamente tras el de Margate, Keres compartió el primer lugar con Reuben Fine y Henry Grob, en el torneo siguiente, Kemeri 1937, Keres empató el 4º/5º puesto con Alekhine a medio punto de los tres vencedores: Samuel Reshevsky, Vladimir Petrovs y Salo Flohr; en la Olimpiada de Estocolmo Keres logró el segundo mejor resultado en el primer tablero.
Sus progresos eran notables, pero por su escasa experiencia Keres no abrigaba muchas esperanzas de éxito en el fuerte torneo de Semmering Baden, tras un comienzo lento, Keres decidió que debía complicar las partidas pues sus adversarios lo superaban en el juego posicional, su cambio tuvo éxito, ganó con 9 puntos, seguido de Fine con 8 y Capablanca y Reshevsky con 7½. “El torneo de Semmering afianzó considerablemente mi posición en el mundo ajedrecístico y me elevó al nivel de los maestros de vanguardia. Por fin había realizado el sueño de todo jugador de ajedrez: incorporarse a la numerosa familia de los grandes maestros internacionales. Ahora tenía que defender esta posición y demostrar que no me encontraba por casualidad en medio de tan selecta compañía”, comentó Keres, que a fines de 1938 tuvo una ocasión óptima para ello.
El torneo AVRO disputado en Holanda del 6 al 27 de noviembre fue un torneo similar al Candidatos que se disputa actualmente, participaron los ocho mejores jugadores del mundo, a doble ronda, el vencedor adquiría el derecho de retar a Alekhine a un match por el título mundial, la diferencia con el Candidatos actual es que además de Capablanca, Euwe, Botvinnik, Fine, Flohr, Reshevsky y Keres, también jugó el campeón del mundo.
Keres y Fine compartieron el primer lugar, el sistema de desempate, Sonneborn-Berger, favoreció a Keres (por haber ganado contra Fine), y Keres, a los 22 años consiguió su mayor sueño, el derecho de desafiar al campeón del mundo, Alekhine, a un match por el título máximo, ese sueño no pudo cumplirse.
Recordemos la victoria de Keres contra Capablanca, la partida está incluida en mi libro sobre Keres (será mi libro Nº 24) que saldrá en los próximos meses.
Paul Keres – José Raúl Capablanca
Defensa francesa [C09], AVRO Ámsterdam (6), 14.11.1938
1.e4 e6 2.d4 d5 3.Cd2 c5 4.exd5 exd5 5.Cgf3 Cc6 6.Ab5 De7+ 7.Ae2 cxd4 8.0–0 Dc7 9.Cb3 Ad6?! [Keres señaló que era preferible 9...Cf6 10.Cbxd4 Ae7 seguido de 11…0–0.] 10.Cbxd4 a6 11.b3 Cge7 12.Ab2 0–0 13.Cxc6! [Tanto Keres como Kasparov señalaron que este cambio puede parecer ilógico, pues ahora las negras se desembarazan de su peón aislado, pero en realidad se crean nuevas debilidades en c6 y a6.] 13...bxc6 14.c4! Ae6 15.Dc2! [Con las amenazas 16.Dc3 y 16.Cg5.] 15...dxc4 16.Axc4 Axc4 17.Dxc4 Tfb8 [Con la intención de llevar la torre a b5, desde para colaborar con la defensa del flanco rey.] 18.h3 Tb5 19.Tac1 Tc8 20.Tfd1 Cg6 21.Cd4 Tb6 22.Ce6! Db8 [No es posible 22...fxe6? 23.Dxe6+ y Txd6.] 23.Cg5 Tb7 24.Dg4 Af4 25.Tc4 Tb5? [“La jugada de computadora” como la denominó Kasparov, 25...Te7! activando la torre daba más chances de salvación, no hay un camino ventajoso obvio.]
26.Cxf7! [26.Txf4! era también fuerte.] 26...Te8! [“La ingeniosa y serena defensa de Capablanca en esta partida merecería con toda seguridad mejor suerte” comentó Keres caballerescamente. No 26...Rxf7? por 27.Td7+, mientras que a 26...Tf8 las blancas ganan por ej. con 27.Txc6 Txf7? 28.Tc8+.] 27.g3 Dc8 28.Txf4 [“La transición forzosa a un final con dos peones de más es también absolutamente satisfactoria. El resto ya no es interesante” (Keres).] 28...Dxg4 29.Txg4 Rxf7 30.Td7+ Te7 31.Txe7+ Rxe7 32.Axg7 Ta5 33.a4 Tc5 34.Tb4 Re6 35.Rg2 h5 36.Tc4 Txc4 37.bxc4 Rd6 38.f4 1–0