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La Conmebol hizo oficial anteanoche aumentar de 450.000 a 600.000 dólares (el doble del premio que se pagó el año pasado) y dejar de percibir el 10% sobre los ingresos por ventas de la entradas. La determinación de la Liga Sudamericana es no aceptar esta propuesta hasta tanto no se tenga acceso a los verdaderos números de los ingresos y egresos que tiene la matriz del fútbol sudamericano, ahora presidida por Alejandro Domínguez. La exigencia de que se habló en principio fue de 900.000 dólares por partido y ayer se mencionó que bastarían 750.000.
Otra exigencia que se hará saber a la Conmebol es la de tener un representante en el comité ejecutivo y de esa forma “ser parte de toda la discusión”.
Asimismo, al tiempo de valorar que, a lo largo de la historia de la CSF, por primera vez son escuchados los directivos de los clubes, de nuevo exigen transparencia total en el manejo de la Conmebol y coincidieron en que lo más justo es que el 70% de los ingresos deben ser distribuidos a los clubes.
Y tal vez la decisión que traerá cola es la de “iniciar acciones contra quien corresponda en defensa de todos los ingresos que no hemos recibido en todo este tiempo. Algo tuvo que haber quedado. Vamos a pedir el resarcimiento”, se dijo en la rueda de prensa encabezada por Angelici y Rodolfo D’Onofrio (River Plate).
Todo depende de Villar en la CSF
Hasta ayer de tarde, no se produjo aún la reunión entre el director general de la Conmebol, Gorka Villar, y Carlos Alarcón Ríos, a quien se debe informar que no seguirá al frente del departamento de árbitros de la citada entidad. Inclusive, la prensa ya divulgó que el exárbitro brasileño Wilson Luiz Seneme será el nuevo encargado de dicha repartición de la Conmebol.
Villar sí convocó ayer a los funcionarios de la CSF y les informó de otros cambios, como la incorporación de gente nueva al departamento de prensa, Marta Giménez y Miguel Ortiz. En cuanto al titular, Alejandro Domínguez, se dijo que está por Roma en visita al Papa y luego se trasladará a Zúrich.