Paraguay campeón invicto juvenil en 1971

El jueves 25 de marzo de 1971, quedó marcado para siempre en nuestro fútbol. Esa noche, en Asunción, la selección juvenil, con su empate frente a Uruguay, de 1-1, se proclamaba campeón invicto del V campeonato “Juventud de América”, como se lo denominaba en esa época a los torneos Sub 20. El entonces estadio de “La Liga Paraguaya” fue escenario de la única conquista, que hasta el momento logró una selección compatriota en esa categoría.

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Un centro alto desde la derecha del recién ingresado Pedro "Peíto" Rodríguez, en el último minuto del cotejo y tras jugada ilícita de Carlos "Lobo" Diarte sobre el arquero uruguayo Omar Garate, el esférico del rebote fue a los pies de Roberto Cino, quien remató fuerte y esquinado, logrando así el tan esperado empate, que valió el título para los juveniles, ante el delirio de la afición deportiva que colmó esa noche nuestro principal coliseo futbolístico. Por reglamento, la igualdad era suficiente para los albirrojos, ya que en la etapa preliminar de grupos, habían vencido a los "charrúas", 2-0.

La de 1971, fue la segunda competencia juvenil que se organizaba por aquel entonces en nuestro país, pues la anterior se había realizado en 1967, jugada en cancha del club Olimpia, cuando nuestro seleccionado fue vicecampeón, al perder la final ante Argentina, en el desempate por el azar de una moneda, después de concluir el encuentro igualado 2-2 y cuatro años más tarde de aquel desliz, se buscaba la revancha: que llegaría con la obtención del título.

La historia que desembocaría en la obtención del título de campeón juveníal había empezado el año anterior. El martes 15 de diciembre de 1970, en la sesión de delegados de clubes de la Liga Paraguaya de Fútbol, fue nombrado director técnico de los juveniles Sinforiano García, entonces entrenador de las divisiones inferiores de Cerro Porteño. Queda para la anécdota la forma como se realizó la designación. Fue por votación, arrojando este resultado. De los 20 votos, trece favorecieron a García, cinco a Marcial Barrios y dos a Justo Pastor Leiva. Olimpia vetó la terna propuesta y fue apoyada por Alicio Molinas de Sol de América. Sin embargo se respetó el resultado de la votación y "Sinfó" fue confirmado como entrenador de los juveniles.

La preselección empezó sus trabajos de campo el lunes 28, con la inclusión al cuerpo técnico de Eduardo López Morán en la función de preparador físico. Fueron 15 días de prácticas de fútbol en forma intensa y ese día "Peíto" Rodríguez se incorporaba como invitado.

El miércoles 13 de enero se iniciaba un cuadrangular internacional con la participación de la preselección juvenil, Libertad, el Internacional de Porto Alegre, Brasil, y la Selección Amateur Uruguaya, con la intención de probar a los valores convocados en primera instancia.

El martes 9 de febrero la preselección derrotaba en cotejo amistoso a Nacional por 4-2 y esa tarde el zaguero de Libertad Roberto Alder se retira de la concentración del combinado, disgustado con el técnico Sinforiano García, por considerar que debía estar en el equipo base.

El viernes 12, el titular liguero, Nicolás Leoz, anunciaba a los medios de prensa que Benjamín Laterza reemplaza a García, por supuesta mala relación del entrenador con el plantel. Al día siguiente -18 días antes de empezar el torneo- era presentado Don Benjamín al plantel juvenil. También renunciaba Antonio Castagnino, integrante de la comisión técnica del seleccionado, en desacuerdo con el cambio. Al mismo tiempo se anunciaban las incorporaciones de Cristóbal Maldonado de Libertad y del zaguero de Nacional Sergio González, como las últimas con miras al Sudamericano.

El domingo 1 de marzo se iniciaba el campeonato, y Paraguay integraba el grupo B, junto a Bolivia, Chile y Uruguay. La serie A, estaba conformada por Argentina, Brasil, Perú, Colombia y Venezuela. Esa noche con el empate de 2-2 entre Colombia y Venezuela por la serie A y el posterior acto protocolar, se inauguraba el evento regional juvenil.

La selección paraguaya debutaba el domingo 7 de marzo enfrentando a su similar de Bolivia. Fue triunfo a albirrojo por 3-1, con tantos de Diarte, Cino y Maldondado, pero en el partido resaltaron más los defectos, que las virtudes y la necesidad de urgentes correcciones.

Otra pobre presentación de la selección fue el sábado 13 de marzo, con el empate de 1-1 ante Chile, en su segundo encuentro del Sudamericano. Los chilenos se pusieron en ventaja casi al inicio del cotejo, empatando el puntero derecho Celso Báez, en su única presentación en el torneo.

El jueves 18 de marzo, con un gran trabajo de Tito Ramón Correa, dos goles del "Verdugo" Cristóbal Maldonado y el equipo en franco progreso futbolístico, la selección derrotaba por 2-0 a la uruguaya y así clasificaba a las semifinales en forma invicta. El onceno tomaba forma de conjunto homogéneo y se avisoraban mejores actuaciones de los paraguayos.

Los "incaicos", que eliminaron en forma casi milagrosa a los brasileños, eran nuestros rivales en semifinales. Inicialmente el encuentro estaba previsto para el domingo 21 de marzo, pero un fuerte temporal postergó la jornada para el día siguiente.

Esa noche los juveniles paraguayos realizaron su mejor partido en el campeonato y con anotaciones de Diarte, Aifuch (un cañonazo de 40 metros) y Cristóbal Maldonado y tras ir en desventaja, se adjudicaron finalmente el lance por 3 a 1, en gran remontada.

El jueves 25 de marzo Paraguay disputaba la final frente a Uruguay, que había eliminado a la Argentina en la otra semifinal. El primer tiempo finalizó con marcador en blanco, mereciendo la tricolor por lo menos estar en ventaja por dos goles de diferencia.

En el minuto 21 de la complementaria, se produjo lo impensado. Un tiro libre del caudillo uruguayo Ricardo Islas, se convierte en un gol, tan sorpresivo como injusto. A partir del gol "charrúa", Paraguay fue todo ataque. Los delanteros albirrojos fallaron una y otra vez frente al arco charrúa y en el último minuto Roberto Cino, después de un rechazo con el puño del golero uruguayo Garate, que esa noche salvó no menos de media docena de pelotas con destino de gol, con fuerte remate de derecha, por fin ponía fin a la resistencia uruguaya y le daba el empate a la albirroja, que le alcanzaba para dar al vuelta olímpica.

Con la igualdad de la albirroja de 1 a 1, frente a Uruguay y su consagración como campeón invicto del V Sudamericano, concluía así la máxima fiesta del fútbol juvenil de Sudamérica.

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