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Las escenarios provocaron una diversa gama de opiniones con el desarrollo del minitorneo, que concluye hoy, en Luque.
El próximo Sudamericano Sub 17 se desarrollará en nuestro país, del 4 al 29 de marzo del siguiente año. Dos de las principales sedes para dicha competencia fueron usufructuadas durante el cuadrangular Sub 20 (Tuyucuá y Luque).
Las opiniones de los miembros del cuerpo técnico de las selecciones visitantes dejaron visualizar una marcada preferencia por el “Feliciano Cáceres” de Luque, que fue halagado por su infraestructura, aspecto por el que fue criticado el criticado el “General Pablo Rojas”, de Cerro Porteño.
Víctor Rivera, director técnico de Perú, resaltó que en Luque se encontró con las mayores comodidades. “Me gusta el tamaño de los vestuarios y la cercanía que tienen con el campo de juego. Nos sentimos bien con la cancha, a pesar de la derrota (4-0, ante Paraguay)”, manifestó. Sobre su experiencia en barrio Obrero, señaló que el vestuario era muy pequeño y en cuanto al césped, prefirió la pista de Libertad.
Por su parte, el orientador uruguayo Fabián Coito, recordó sus peripecias en cacha de Cerro, expresando: “no teníamos un lugar adecuado para el equipo, estábamos sin bancos, tuvimos que compartir las duchas con los muchachos de Panamá y cuando ingresamos al vestuario estaba casi inundado”. Sin embargo, consideró que el mejor empastado lo tiene la “Olla”.
El asistente técnico de Uruguay, Carlos Nicola, difirió a la opinión de Coito, diciendo que el pasto en cancha de Cerro era “muy esponjoso y pesado”. En este aspecto, prefirió la pista de Libertad. Sobre el “Feliciano Cáceres”, significó su grata sorpresa por lo espacioso que son sus vestidores y la posibilidad de realizar sesiones de hidroterapia.
El técnico de Panamá, Leonardo Pipino, y su asistente, Darío Grioni, prefirieron la infraestructura de Tuyucuá. Sobre el empastado, indicaron que, en líneas generales, todos estaban en buenas condiciones, recordando que en su país casi todos los campos son de césped sintético, exceptuando el del estadio Nacional.
Todos mencionaron la excelente atención de parte de funcionarios de la Asociación Paraguaya de Fútbol y a modo de anécdota, indicaron el intenso calor reinante.
El oriental Coito y su asistente fueron quienes se mostraron más afectados por las condiciones climáticas. Sin embargo, dijeron que los sistemas sencillos de entrada y salida del “Feliciano Cáceres” permitieron lidiar menos esforzadamente con dicha adversidad. Además, destacaron que resultó de mucha ayuda el acceso a la posibilidad de realizar hidroterapia.