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El evento fue organizado por la Federación Internacional de Deportes para Ciegos (IBSA), la Asociación Nacional Paralímpica del Perú (ANPPERU) a partir de la cooperación entre el Proyecto Maximus (Usaid-Fundación Arcángeles) y la Organización de Juegos Parapanamericanos Lima 2019.
Luchadora desde hace varios años por la inclusión de personas no solo en la sociedad sino también en los deportes, respondió a las preguntas de ABC Color:
–¿Qué pensás de la inclusión?
–La inclusión puede hacer que la humanidad tenga más sentido porque todas las personas somos diferentes y necesitamos estar incluidas en el mundo, en la construcción de la vida, de la democracia y en las posibilidades de desarrollarnos, no puede seguir excluyendo a las personas simplemente porque son diferentes a ellas o tienen algún tipo de discapacidad. La inclusión no es solamente un derecho sino es una forma en la cual la humanidad puede ser más humana.
–¿Y en los deportes?
–Es aún más, teniendo en cuenta que siempre se estiló que aquellas personas que eran perfectas únicamente podían hacer deportes. Rescato una frase de mi mamá Celeste Houdín que dice: “Un mundo que no incluye a todos y todas, o no ve a las personas que tienen algún tipo de discapacidad como personas con derecho; es un mundo en el cual realmente no vale la pena vivir”.
–¿Qué es el goalball?
–Es un deporte creado específicamente para personas con discapacidad visual, es un deporte paralímpico muy dinámico, que reúne capacidades como velocidad de reacción, potencia, fuerza etc. Es muy importante trabajar en la ubicación espacial, desplazamientos. Se juegan 2 periodos de 12 minutos cada uno, cronometrado. Tres contra tres en una cancha que tiene las dimensiones de una de vóleibol. Toda la cancha está marcada con líneas táctiles ya que el juego se basa principalmente en el sentido auditivo para detectar la trayectoria de la pelota. El balón tiene en su interior cascabeles. Todos los jugadores llevan antiparras para igualar la visión. El objetivo es marcar gol en un arco donde defienden 3 jugadores a lo ancho de la cancha. El arco mide 9 metros de largo.
–¿Cómo vivís día a día con este deporte?
–El Goalball está en nuestro país por primera vez a través de la gestión que se realizó con la Fundación Arcángeles de Colombia. Se firmó un convenio entre la SND y la Fundación para dar lugar a Maximus Project II, por tanto la SND nos brinda un espacio para nuestro entrenamiento.
–¿Cuándo entrenan?
–Entrenamos los martes y jueves desde las 15:30, y los sábados desde las 13:30 horas, con el profesor Manuel Gill Morlis, quien es el PF, luego técnica/táctica y arbitraje con los profesores Víctor Duarte Adorno, Liliana Ledezma, quienes son voluntarios del proyecto. Como siempre digo, nuestro trabajo no empieza en el entrenamiento, sino que tenemos que velar por nuestros deportistas desde que llegan a la SND y en ese sentido los guardias de la SND han sido muy voluntariosos en hacerles llegar siempre al lugar de entrenamiento. Luego con los profesores al término de cada entrenamiento lo acercamos a su casa y con otros nos quedamos a esperar el bus.
–¿Te acompaña tu familia?
–Mi familia siempre me acompaña, de lo contrario no podría estar cumpliendo tantos objetivos en mi vida. Mi hija Keira, mi marido César, mi mamá Celeste, mi hermana Karina, mi papá Gustavo, mi abuela Eustaquia; que aunque no le gusta tanto que viaje siempre me da la bendición y me desea lo mejor para cada emprendimiento. Cada uno de ellos me apoyan desde donde pueden y eso hace mucho más fácil mi trabajo profesional del deporte.
–¿Hay discriminación en el Paraguay?
–Claro que hay. Desde que uno ve las barreras arquitectónicas hasta el conductor que no para para subir a una persona con discapacidad visual. Claro que también están las personas que colaboran, que hacen su deber como ciudadanos de bien. Pero como dije, nos falta mucho. Es nuestro deber seguir trabajando para concienciar a las personas en todos los sentidos.