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El marcador central compatriota Grégor Alcides Aguayo (28), al servicio de José Gálvez de Perú (de la 2ª división), atraviesa por un presente lamentable. No cobra desde hace tres meses y viene de sufrir una parálisis facial, presumiblemente por la angustia que le genera estar “sin un solo sol” en el país incaico, dependiendo de la caridad de la gente, pese a su condición de “futbolista profesional”.
El joven nacido en Guarambaré (su gente es de Naranjaisy, Villeta) defendió por más de 10 años los colores de Tacuary, con el que jugó dos ediciones de la Copa Sudamericana (2007 y 2012) y una Copa Libertadores (2007). Su representante es precisamente el presidente y entrenador de la entidad con sede social en barrio Jara, Francisco Ocampo, quien tiene la carga moral de intervenir en este tema tan delicado.
La institución albirroja de la ciudad de Chimbote (Gálvez) se encuentra con múltiples problemas económicos, que hace que sus jugadores vendan sus casacas y otros equipamientos para reunir algún dinero.
Grégor significó a la estación radial 1120 AM que sus hijos están pasando hambre en Paraguay, expresando su enorme tristeza por no contar con un solo sol (la moneda peruana), hecho que le impide hacer giros y también cubrir los gastos del pasaje aéreo para retornar al país.
El arquero Mario Villasantti, capitán del Inti Gas (de la máxima categoría), se mueve para que mediante los futbolistas agremiados del Perú los jugadores del Gálvez puedan cobrar y que Aguayo regrese lo antes posible, pues requiere de tratamiento del “derrame”, que se origina por la afectación del nervio facial.
El hecho generó una gran repercusión en las redes sociales, a través de las cuales lanzaron críticas por la inacción de Ocampo y las propias autoridades de la dirigencia de la Asociación Paraguaya de Fútbol.
Otros sin embargo consignan que la Embajada paraguaya en Perú debería intervenir de inmediato y que precisamente para casos como este fue creada la Secretaría de Desarrollo para Repatriados y Refugiados.