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Incluso más que el fútbol, entre otras cosas, porque el fútbol entre amigos, para pasar el rato, para una tarde sabatina de jolgorio, va teniendo cada más competencia de esta modalidad.Ya dijimos que el vóleibol está entre nosotros desde 1912, y contamos la historia del proceso de su organización. Ahora vamos a comentar otras cosas, como los campeones a lo largo de la historia, gracias a Corporación Deportiva Fénix, a la que agradecemos en la persona de su director, Pedro García Garozzo.
Después de la fundación de la Asociación Paraguaya de Vóleibol, la práctica se acrecentó y surgieron los primeros campeones. El primer torneo oficial de vóleibol masculino se llevó a cabo en 1931, y El Mbiguá fue su primer campeón. Veinte años después se jugó el primer campeonato oficial femenino, consagrándose Deportivo Humaitá en ese y el siguiente torneo. La disputa de los campeonatos masculinos se interrumpió durante la Guerra del Chaco y se reanudó en 1936. Martín Pescador fue campeón ese año, y Manduvirá en 1937. A partir de entonces no hubo campeonato hasta la fundacion de la Federación.
La hazaña de Humaitá
Como se recordará, la Federación Paraguaya de Vóleibol fue fundada el 31 de enero de 1943, en el Colegio Monseñor Lasagna. Siguieron disputándose solamente campeonatos masculinos hasta 1951, que fue el primero de la rama femenina, como ya quedó consignado. Por ese tiempo, se produce la afiliación a la Confederación Sudamericana de Vóleibol, bajo la presidencia de Atilio León. El primer campeonato de la flamante federación comenzó en mayo del 43, y su campeón fue Atlético Golondrina. Pero, independientemente de los muy disputados torneos locales, la gran nota de la época fue la campaña internacional del Deportivo Humaitá, que incluye haber triunfado y convertirse en campeón sudamericano de clubes, en Buenos Aires, en 1945, y varios otros éxitos.
El Club Humaitá fue fundado el 20 de febrero de 1931, cuando un grupo de jóvenes se reunieron en casa de la familia Tossi (Hernandarias y Humaitá). Eligieron la calle del barrio para darle su nombre, que recuerda la heroica resistencia paraguaya en la Guerra del 70. Fue su primer presidente el Dr. César I. Villalón. Con grandes actuaciones en su tiempo, Humaitá fue gran animador de todos los torneos organizados. Fue el primer ganador de la Copa Cultura Física, que hoy se encuentra en su poder por haberla ganado por 3 años consecutivos.
En octubre de 1945 participó del 4° campeonato internacional de vóleibol, en Buenos Aires, venciendo a todos sus rivales y obteniendo el campeonato. El club era presidido en ese entonces por Luciano Ubaldi. El DT fue Angel Artigas y jugadores: Hugo González, Edmundo Recalde, Tranquilino Agüero, Mario Barba, A. Rodríguez, J. Rodríguez, C. Laterza, Carlos Marsal, José A. Zaragoza y Dimas Márcico.
En el año 1949 participó del 5° Campeonato Internacional de Vóleibol, organizado por el Brasil (Porto Alegre). Presidió la delegación el Dr. Alarico Quiñónez Cabral. Director técnico: Manuel Vila, jugadores: Aníbal Milón, Mario Barba, Germán Quintana, Antonio Gómez, Catalino Barrios, Fidel Recalde, Nenito Pérez y Enrique Rigoni. Terminó en el tercer lugar. Es de destacar que los brasileños para esa fecha habían mejorado muchísimo en la práctica de este deporte. En 1950 viajó a Sáenz Peña, jugando 5 partidos, ganándolos todos. Idéntico éxito obtuvo en Formosa, en 1951. Humaitá fue el primer campeón femenino, en 1951 y 1952. Jugaban las señoritas Juana Godoy (capitana), Eugenia Godoy, Betty Amigo, Eve López, las hermanas García, Tuca Larrosa, entre otras.
Vóleibol femenino
Un grupo de estudiantes de medicina, liderados por Edmundo Armele, y dos de sus compañeros de estudio, los hermanos Garcete, vecinos del club San Gerónimo, le propusieron organizar un torneo femenino, y nace la nueva rama. Participaron de ese primer torneo Deportivo Sajonia, Deportivo Humaitá, 29 de Setiembre, Recoleta, San Gerónimo y El Cedro. Lo curioso es que los cinco clubes nombrados en primer término tenían socias que jugaban al vóleibol, mientras que El Cedro fue creado exclusivamente para este torneo, con el apoyo moral y material de los dirigentes del Club Libanés. De allí el nombre de "El Cedro", inspirado por el escudo donde figura un frondoso árbol de cedro y la casaca roja con franja blanca, por los colores de la bandera de la República de El Líbano.
El Cedro se constituiría con el paso del tiempo en el club más poderoso y laureado de la historia del vóley femenino, con 23 campeonatos conquistados en 60 torneos. Integrado al comienzo con cinco hermanas Armele: Antonia, Dolly, Estela, Rumia y Yolanda, además de Dora Laterza y otras amigas, llegó a contar en sus filas con Amelia González, una joven que se distinguió en el tenis, y con Cira Escudero, campeona sudamericana de básquetbol. Además de figuras de relieve como Princesa García y Gladys López Prado, dos jugadoras de brillante campaña en el vóleibol nacional.
Asociación del Interior
El 20 de enero 1983 se fundó la Asociación del Vóleibol del Interior del Paraguay, con la participación de la FPV. Fue electa presidenta la entusiasta profesora Ilusión Fariña de Duarte, titular de la Federación Lambareña de Vóleibol. Sin embargo, duró poco.
El Deportivo Colón
Si hablamos de El Cedro tenemos que hablar necesariamente del Deportivo Colón, el supercampeón del vóleibol masculino, cuya aparición fulgurante se proyecta hasta nuestros tiempos. Fundado el 1 de mayo de 1935, asomó con fuerza en el vóleibol, pero no pudo, en sus primeros años, con el poderío de San Gerónimo, que entre 1948 y 1960 acaparó nada menos que 9 títulos. Pero a partir de 1964 cuando Colón logra su primer título, no pararía hasta completar 20, el último de ellos en 2009, bajo la presidencia de Oscar Emilio Napout.
Apellido este que se vincula al club a través de don Miguel Angel Napout, cuyo primer cargo fue en 1948 como delegado ante la federación, para llegar a ser luego presidente, representante internacional y gran propulsor del vóleibol. Fue secretario en 1951 y en 1959; vicepresidente en 1960; presidente de 1963 a 1964 y de 1969 a 1970. En el plano internacional, delegado a los Sudamericanos de 1951 en Brasil, 1956 en Uruguay, Chile 1962, Argentina 1964 y Brasil en 1976. Presidente de la delegación al Mundial de 1960 en Brasil. Delegado en los Juegos Panamericanos que se efectuaron en el Brasil en 1963. Representó a nuestro país en compañía de Julio César Roca, en el Congreso de la Comisión de Zona Sudamericana convocado en Caracas, Venezuela, con motivo del octavo sudamericano que se cumplió en la capital venezolana en 1968.
Promovió grandes jornadas internacionales y financió giras al exterior. Vio coronados sus esfuerzos al organizar en nuestro medio el Primer Campeonato Sudamericano de Clubes Campeones de Vóleibol Masculino, en 1970. Una competencia inolvidable, como inolvidable es su memoria.
El vóleibol hoy
Con una rica historia, con grandes equipos que le dieron fama y nombradía, tanto en varones como en mujeres, con pujantes organizaciones en el interior del país y recordados campeonatos nacionales, el vóleibol de hoy no refleja ni el entusiasmo ni la pasión que pusieron quienes le dieron vida y le impulsaron a través del tiempo.
No se explica cómo se afirma por un lado que es un deporte muy popular y practicado por miles de personas en todo el país, mientras nuestros torneos locales (para la temporada oficial 2011 están inscriptos solo seis equipos en cada rama, mientras que hace décadas no existen torneos nacionales) son solo un pálido reflejo de esa palpable realidad y de la historia del deporte.
Ese es el gran desafío que tienen los que hoy dirigen desde hace años el vóleibol local: rescatar del olvido a esta disciplina tan hermosa y tan popular.
Después de la fundación de la Asociación Paraguaya de Vóleibol, la práctica se acrecentó y surgieron los primeros campeones. El primer torneo oficial de vóleibol masculino se llevó a cabo en 1931, y El Mbiguá fue su primer campeón. Veinte años después se jugó el primer campeonato oficial femenino, consagrándose Deportivo Humaitá en ese y el siguiente torneo. La disputa de los campeonatos masculinos se interrumpió durante la Guerra del Chaco y se reanudó en 1936. Martín Pescador fue campeón ese año, y Manduvirá en 1937. A partir de entonces no hubo campeonato hasta la fundacion de la Federación.
La hazaña de Humaitá
Como se recordará, la Federación Paraguaya de Vóleibol fue fundada el 31 de enero de 1943, en el Colegio Monseñor Lasagna. Siguieron disputándose solamente campeonatos masculinos hasta 1951, que fue el primero de la rama femenina, como ya quedó consignado. Por ese tiempo, se produce la afiliación a la Confederación Sudamericana de Vóleibol, bajo la presidencia de Atilio León. El primer campeonato de la flamante federación comenzó en mayo del 43, y su campeón fue Atlético Golondrina. Pero, independientemente de los muy disputados torneos locales, la gran nota de la época fue la campaña internacional del Deportivo Humaitá, que incluye haber triunfado y convertirse en campeón sudamericano de clubes, en Buenos Aires, en 1945, y varios otros éxitos.
El Club Humaitá fue fundado el 20 de febrero de 1931, cuando un grupo de jóvenes se reunieron en casa de la familia Tossi (Hernandarias y Humaitá). Eligieron la calle del barrio para darle su nombre, que recuerda la heroica resistencia paraguaya en la Guerra del 70. Fue su primer presidente el Dr. César I. Villalón. Con grandes actuaciones en su tiempo, Humaitá fue gran animador de todos los torneos organizados. Fue el primer ganador de la Copa Cultura Física, que hoy se encuentra en su poder por haberla ganado por 3 años consecutivos.
En octubre de 1945 participó del 4° campeonato internacional de vóleibol, en Buenos Aires, venciendo a todos sus rivales y obteniendo el campeonato. El club era presidido en ese entonces por Luciano Ubaldi. El DT fue Angel Artigas y jugadores: Hugo González, Edmundo Recalde, Tranquilino Agüero, Mario Barba, A. Rodríguez, J. Rodríguez, C. Laterza, Carlos Marsal, José A. Zaragoza y Dimas Márcico.
En el año 1949 participó del 5° Campeonato Internacional de Vóleibol, organizado por el Brasil (Porto Alegre). Presidió la delegación el Dr. Alarico Quiñónez Cabral. Director técnico: Manuel Vila, jugadores: Aníbal Milón, Mario Barba, Germán Quintana, Antonio Gómez, Catalino Barrios, Fidel Recalde, Nenito Pérez y Enrique Rigoni. Terminó en el tercer lugar. Es de destacar que los brasileños para esa fecha habían mejorado muchísimo en la práctica de este deporte. En 1950 viajó a Sáenz Peña, jugando 5 partidos, ganándolos todos. Idéntico éxito obtuvo en Formosa, en 1951. Humaitá fue el primer campeón femenino, en 1951 y 1952. Jugaban las señoritas Juana Godoy (capitana), Eugenia Godoy, Betty Amigo, Eve López, las hermanas García, Tuca Larrosa, entre otras.
Vóleibol femenino
Un grupo de estudiantes de medicina, liderados por Edmundo Armele, y dos de sus compañeros de estudio, los hermanos Garcete, vecinos del club San Gerónimo, le propusieron organizar un torneo femenino, y nace la nueva rama. Participaron de ese primer torneo Deportivo Sajonia, Deportivo Humaitá, 29 de Setiembre, Recoleta, San Gerónimo y El Cedro. Lo curioso es que los cinco clubes nombrados en primer término tenían socias que jugaban al vóleibol, mientras que El Cedro fue creado exclusivamente para este torneo, con el apoyo moral y material de los dirigentes del Club Libanés. De allí el nombre de "El Cedro", inspirado por el escudo donde figura un frondoso árbol de cedro y la casaca roja con franja blanca, por los colores de la bandera de la República de El Líbano.
El Cedro se constituiría con el paso del tiempo en el club más poderoso y laureado de la historia del vóley femenino, con 23 campeonatos conquistados en 60 torneos. Integrado al comienzo con cinco hermanas Armele: Antonia, Dolly, Estela, Rumia y Yolanda, además de Dora Laterza y otras amigas, llegó a contar en sus filas con Amelia González, una joven que se distinguió en el tenis, y con Cira Escudero, campeona sudamericana de básquetbol. Además de figuras de relieve como Princesa García y Gladys López Prado, dos jugadoras de brillante campaña en el vóleibol nacional.
Asociación del Interior
El 20 de enero 1983 se fundó la Asociación del Vóleibol del Interior del Paraguay, con la participación de la FPV. Fue electa presidenta la entusiasta profesora Ilusión Fariña de Duarte, titular de la Federación Lambareña de Vóleibol. Sin embargo, duró poco.
El Deportivo Colón
Si hablamos de El Cedro tenemos que hablar necesariamente del Deportivo Colón, el supercampeón del vóleibol masculino, cuya aparición fulgurante se proyecta hasta nuestros tiempos. Fundado el 1 de mayo de 1935, asomó con fuerza en el vóleibol, pero no pudo, en sus primeros años, con el poderío de San Gerónimo, que entre 1948 y 1960 acaparó nada menos que 9 títulos. Pero a partir de 1964 cuando Colón logra su primer título, no pararía hasta completar 20, el último de ellos en 2009, bajo la presidencia de Oscar Emilio Napout.
Apellido este que se vincula al club a través de don Miguel Angel Napout, cuyo primer cargo fue en 1948 como delegado ante la federación, para llegar a ser luego presidente, representante internacional y gran propulsor del vóleibol. Fue secretario en 1951 y en 1959; vicepresidente en 1960; presidente de 1963 a 1964 y de 1969 a 1970. En el plano internacional, delegado a los Sudamericanos de 1951 en Brasil, 1956 en Uruguay, Chile 1962, Argentina 1964 y Brasil en 1976. Presidente de la delegación al Mundial de 1960 en Brasil. Delegado en los Juegos Panamericanos que se efectuaron en el Brasil en 1963. Representó a nuestro país en compañía de Julio César Roca, en el Congreso de la Comisión de Zona Sudamericana convocado en Caracas, Venezuela, con motivo del octavo sudamericano que se cumplió en la capital venezolana en 1968.
Promovió grandes jornadas internacionales y financió giras al exterior. Vio coronados sus esfuerzos al organizar en nuestro medio el Primer Campeonato Sudamericano de Clubes Campeones de Vóleibol Masculino, en 1970. Una competencia inolvidable, como inolvidable es su memoria.
El vóleibol hoy
Con una rica historia, con grandes equipos que le dieron fama y nombradía, tanto en varones como en mujeres, con pujantes organizaciones en el interior del país y recordados campeonatos nacionales, el vóleibol de hoy no refleja ni el entusiasmo ni la pasión que pusieron quienes le dieron vida y le impulsaron a través del tiempo.
No se explica cómo se afirma por un lado que es un deporte muy popular y practicado por miles de personas en todo el país, mientras nuestros torneos locales (para la temporada oficial 2011 están inscriptos solo seis equipos en cada rama, mientras que hace décadas no existen torneos nacionales) son solo un pálido reflejo de esa palpable realidad y de la historia del deporte.
Ese es el gran desafío que tienen los que hoy dirigen desde hace años el vóleibol local: rescatar del olvido a esta disciplina tan hermosa y tan popular.