La Copa Libertadores

Para el fútbol paraguayo, la Copa Libertadores de América fue un gran aliciente y un motivo más para que se empeñaran en lograr ubicarse al tope de las estadísticas, cada año.

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Este torneo nació a raíz de una propuesta que la UEFA le hizo a la Confederación Sudamericana de Fútbol, a fin de que nuestro continente pudiera tener un campeón anual de clubes, de modo a convertirse en rival del monarca europeo, en lo que luego se dio en llamar la Copa Intercontinental de Clubes, devenida hoy en el Mundial de Clubes.La idea de organizar un torneo internacional de clubes sudamericanos había nacido ya en 1948 cuando la Federación de Chile invitó a las demás a participar, con su campeón, de un torneo que se llevó a cabo en Santiago, desde el 11 de febrero hasta el 17 de marzo, en el Estadio Nacional. Tomaron parte representantes de Chile, Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Perú y Uruguay. Estuvieron ausentes Paraguay, Colombia y Venezuela. Vasco da Gama de Río de Janeiro fue el campeón, y 50 años después reconocido como primer campeón de la Copa Libertadores, por la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).

La idea de hacer el torneo estaba, pero aún así pasaron unos años antes de que se decidiera  organizar la primera edición, en 1960, con los campeones del año anterior. No todos los países aceptaron el desafío. Algunos con pretextos deportivos, otros por causas económicas. De modo tal que el primer torneo por la Copa Libertadores de América contó con solamente 7 representantes. A saber: Peñarol (Uruguay), Millonarios (Colombia), Olimpia (Paraguay), San Lorenzo (Argentina), Esporte Clube Bahía (Brasil), Jorge Wilstermann (Bolivia), Universidad de Chile (Chile). Ecuador, Perú y Venezuela estuvieron ausentes.   

Ya en aquella primera edición el fútbol paraguayo mostró su jerarquía internacional, al llegar su entonces tetracampeón, Olimpia, a discutir la primera final, contra Peñarol, que fue su primer campeón. Al año siguiente, Olimpia cayó en la ronda semifinal ante el mismo rival.   

La aparición de Guaraní, como potencia, en el año 1962 le confirió a los torneos locales mayor atracción y la disputa de la Copa Libertadores fue el incentivo mayor. Si bien es cierto Guaraní salió campeón recién en 1964, no es menos cierto que por esa época discutía fieramente con Olimpia y Cerro Porteño el liderazgo deportivo del fútbol. Nacional en 1962 y Libertad en 1967 terciaron también en la disputa.   

Guaraní supo hacer bien las cosas y llegó a una semifinal. Cerro Porteño también lo logró, en 1973, con aquel gran equipo, pero no le alcanzó el resto para disputar el premio mayor. Y tras varios campeonatos jugados con altibajos, le llega al fútbol paraguayo una nueva oportunidad de llegar a campeón.

1979,  año de  títulos

Sin duda alguna que 1979 fue el gran año del fútbol, paraguayo del siglo pasado. Clasificada la Selección Juvenil, hizo un buen papel en el segundo Mundial, disputado en Japón. La selección mayor, como lo contábamos en el capítulo anterior, logró la segunda Copa América, pero antes de que esto ocurriera, en el mes de julio, Olimpia se alzaba con su primera Copa Libertadores. Con el correr de los años, serían tres.   

Campeón de 1978 bajo la batuta de Carlos Sanabria, Olimpia apostó a la escuela oriental, y con Luis Cubilla y Hermes Huelmo a la cabeza, bajo la presidencia de Osvaldo Domínguez, se armó la estrategia que devendría en la conquista del título. Sol de América, vicecampeón paraguayo, tuvo papel decisivo para que esto ocurriera.   

Ocurrió que los equipos paraguayos tenían que medir a los bolivianos y el campeón, Bolívar, ganó los cuatro partidos que jugó en su tierra y llegó a Paraguay con 8 puntos en sus alforjas, contra 4 de Olimpia, por lo que para que uno de los equipos paraguayos clasificara, debían ganar todos sus compromisos. Y Sol de América, que había perdido con Olimpia los dos partidos en Asunción, le tendió la mano al Decano, al empatar con Bolívar, y dejarlo segundo, a un punto de los de la franja negra.   

Fue una serie electrizante, que se definió recién en el último partido. Pero luego llegaron las semifinales, que por ese tiempo se jugaban en dos series de tres equipos cada una, en la que entraba a participar el campeón anterior, que en este caso era Boca Juniors. La base del equipo de Olimpia estaba constituida por: Almeida; Solalinde. Paredes, Flaminio Sosa y Piazza; Talavera, Kiese y Domingo Samaniego, luego reemplazado por Luis Torres; Isasi, Villalba y Eduardo Ortiz. Delgado, Guasch, Julio Díaz, Toto Giménez, Giúdice, Osvaldo Aquino fueron utilizados según las circunstancias, hasta que, en definitivas, Luis Torres y Osvaldo Aquino se ganaron el puesto en el equipo titular.   

Con la mira puesta en el título, había que superar dos serios obstáculos: Palestino de Chile y Guaraní de Campinhas, Brasil. La serie empezó con empate 0-0 entre los rivales de Olimpia, lo cual fue capitalizado por el equipo paraguayo, ya que el 4 de mayo Olimpia venció a Guaraní 2-1 con goles de Villalba y Roberto Paredes. El 9 Olimpia se fue a Chile y también venció, 2-0, con dos goles del "Tala". Ya en Asunción, los decanos volvieron a vencer a los chilenos, esta vez 3-0 (Kiese, Talavera y Varas, en contra), el 16 de mayo, y a continuación chilenos y paulistas empataron 2-2 en Campinhas, donde Olimpia logró de visitante el punto que necesitaba para jugar la final.   

Era la segunda vez que El Decano estaba frente a una instancia decisiva. Boca Juniors ya había ganado las dos ediciones anteriores de la Copa y contaba con un equipo respetable. El primer encuentro se llevó a cabo en el "Defensores del Chaco" (como todos los partidos) el 22 de julio de 1979. Un tiro libre de Piazza abrió el camino a la gloria y, antes del finalizar el primer tiempo, Osvaldo Aquino conquistaba el segundo tanto. Los boquenses no lo podían creer, pues aseguraban que serían los campeones. El equipo formó con Almeida; Solalinde, Paredes, Giménez y Piazza; Torres, Kiese y Talavera; Isasi, Villalba y Aquino.   

Y el viejo Olimpia, que ya había dado que hablar en la Copa, se quedó con ella la noche del 27 de julio de 1979, en la mismísima Bombonera, con una actuación soberbia, ante un gran rival. Almeida y los suyos mantuvieron la valla invicta y, amparados por la victoria en Asunción, el empate sin goles consagró a Olimpia campeón de la Copa Libertadores de América. En aquel partido apareció por primera vez en el plano internacional otro chiquilín: Jorge Guasch, en reemplazo de Luis Torres, y también jugó Delgado, en un puesto que lo llevaría a ser uno de los mejores zagueros centrales de la historia, y varios años capitán de Olimpia y de la Selección Nacional.   

Otras dos estrellas

La estrella olimpista volvió a brillar entre 1989 y 1991, ocasión en las que disputó tres finales: en 1989 perdió la Copa, en penales, frente a Nacional de Medellín, en una infartante definición en Bogotá. Lo mismo pasó en 1991, cuando cae en la final ante Colo Colo, pero en medio de ambas está la gran conquista de 1990. Eran los tiempos de "Tacuara" Amarilla, de Adriano Samaniego y del "Loco" González. Se tomó la revancha y eliminó a Nacional de Medellín, en semifinales, para enfrentar a Barcelona de Guayaquil, en los juegos decisivos. Aquí se impuso Olimpia, 2-0, y en la visita al Ecuador empataron 1-1 y de nuevo fueron campeones. Como en la ocasión anterior, el entrenador fue Luis Cubilla.   

Y la tercera llegó en el 2002, año del centenario olimpista. El mismo Pumpido de tantos problemas con Recanate fue el conductor del equipo, en una historia reciente, recordada claramente por todos. Olimpia se clasificó como vicecampeón paraguayo de 2001, y llegó a la final después de haber recorrido este camino:   

En la primera ronda se clasificó primero en el grupo 8, lo que le dio derecho a jugar, por los octavos de final, frente a Cobreloa de Chile, primero en Calama y luego en Asunción, con sendas victorias 2-1 y 4-1. En los cuartos de final el rival fue el siempre temible Boca Juniors, pero esta vez también se impusieron los paraguayos. Tras un empate 1-1 en Buenos Aires, Olimpia se impuso en Asunción 1-0, con gol de Néstor Isasi.   

La semifinal fue ante un rival brasileño: Gremio de Porto Alegre. En Asunción, en partido muy duro, Olimpia sacó una victoria 3-2 pero en su visita a Brasil cayó 1-0, lo que obligó a definir por penales. Y por esto es recordado este encuentro por los incidentes, por el penal que le hicieron repetir a Mauro Caballero y porque Olimpia pasó a la final.   

El rival fue el São Caetano, que había eliminado a Cerro Porteño. Aquí también se dieron hechos curiosos: ganaron los visitantes y el título se definió en los penales, en tierras brasileñas. Olimpia formó con: Ricardo Tavarelli; Néstor Isasi, Nelson Zelaya, Julio César Cáceres, Henrique Da Silva; Julio César Enciso, Víctor Quintana, Sergio Orteman, Gastón Córdoba (Mauro Caballero); Miguel Angel Benítez (Juan Carlos Franco), Richart Báez (Rodrigo López). São Caetano: Silvio Luiz; Russo, Daniel, Didinho, Rubens Cardoso; Aílton (64 Marlon), Marcos Senna, Adaozinho, Anaílson (79 Wagner); Robert (61 Serginho), Somália.   

Los penales convertidos por Enciso, Orteman, Rodrigo López y Mauro Caballero le dieron a Olimpia su tercera Copa.
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