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TURQUIA (Víctor Miranda, enviado especial).- Un castigo a la ineficacia de la Albirroja, que sufrió la expulsión del “Tony” Sanabria y que fue perjudicada por el arbitraje al no otorgar un claro gol.
Era el partido esperado, abierto, con numerosas ocasiones de gol, con un Paraguay que inquietó inicialmente con las acciones de balón parado hasta generar acciones netas, que se fueron desperdiciando, una por Míller frente al marco, un disparo de “Tony” que desvió el arquero, un mano a mano de Derlis con buena intervención nuevamente de Hameed y dos oportunidades para Balbuena que no pudo concretar.
Irak tuvo lo suyo, con salidas rápidas, con doble salvada milagrosa de nuestra valla, con un golero Diego Morel algo nervioso, con salidas en falso, aunque también con tapadas importantes, alternando buenas y malas.
El complemento fue algo más tormentoso, las cargas albirrojas fueron escasas y el elenco asiático empezaba a generar llegadas con mayor frecuencia. Instantes de incertidumbre con una Albirroja que parecía cansada, faltando aún mucho camino por transitar; producto del agotamiento, una reacción de Sanabria, quien estuvo al filo de la expulsión en esa acción, y que diez minutos después vio la tarjeta roja por una entrada imprudente, un descontrol del chico del Barcelona.
Se vino el alargue, con un elenco nacional extenuado, luchando en desigualdad desde la descalificación del “Tony”, y no tardó en llegar el gol iraquí mediante Farhan Shakor, quien al recibir un envío cruzado parecía estar en posición adelantada, pero la anotación verde fue como consecuencia de lo que estaba sucediendo en el encuentro.
En el segundo tiempo del suplementario el árbitro dejó pasar una clara mano dentro del área de Alí Adnan, en una de esas jugadas que quedan a criterio del juez para determinar la intencionalidad o no. Después, la polémica mayor. Un envío de cabeza de “Teo” traspuso la línea de sentencia, que no se otorgó.