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El episodio ocurrió a los 70’, cuando un cabezazo desviado de Kiessling terminó dentro del arco rival porque la red tenía un agujero, algo inadvertido por el árbitro Félix Brych, que sancionó el 2-0 para la visita. En las repeticiones de la TV se ve a Kiessling tomarse la cabeza al pensar que el balón había salido desviado y luego confundido al ver el gol convalidado por Brych. (ANSA)