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Cuando calificamos de impensada la victoria de Guaraní, fue por la gran diferencia de objetivos, Garnero anunció su salida de Dos Bocas un día antes y varios, como Aguilar, Cabral, Cañete y Rodrigo López, casi cerraron su ciclo en el club. Pero tal situación no significó ligereza en los aurinegros, que lo tomaron como especial al compromiso y comandados por Novick fueron superiores en gran parte de los noventa minutos.
En Cerro el adelantamiento de Raúl Cáceres fue un problema permanente para Marcos ante los piques permanentes de Gamarra, que en el primer gol aprovechó esa tierra de nadie y, por supuesto, el fallido manotazo de Antony Silva.
Guaraní mostró oficio, seriedad y por sobre todo tranquilidad, algo que le faltó a Cerro a pesar de acercarse al empate consagratorio en el tramo final de la complementaria.
No hubo subestimación ni festejos anticipados por el lado azulgrana, simplemente se vio superado por un muy buen conjunto, que en la fecha anterior descabalgó de la lucha y este triunfo repuso en algo su autoestima como equipo.
Para Olimpia el terreno es aún más sorprendente, con una dirigencia que hace varias semanas ya decretó que Bobadilla sea reemplazado por Garnero a fin de año, con varios jugadores que ya no seguirán en el club, con un plan más orientado a 2018 que al actual.
Sol de América, de un buen cierre de torneo, es la esperanza franjeada para forzar la finalísima, como en aquel 2015 en el que Olimpia hizo un solo punto de los últimos seis ante General Díaz y Santaní y terminó coronándose en aquel juego extra ante el Cerro que contaba con Gustavo Florentín como DT en su primer interinato.
El trío Zeballos-Giménez-Toledo es capaz de reforzar la ilusión decana, aunque en contrapartida Cerro en su nueva Olla es imbatible, juega muy bien y generalmente termina metiendo en serios problemas a todos los rivales que hasta ahora pisaron el renovado estadio.
Para Olimpia todo lo que venga de arriba será bienvenido, aunque este final sea bastante raro, por la peculiar situación de un técnico que sabe que hasta siendo campeón deberá dejar su cargo, cual es el caso de Aldo Bobadilla, en otro capítulo de las controvertidas decisiones sobre entrenadores que se han tomado en esta temporada en Para Uno.