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“La parte deportiva es solo una parte de lo que es un estilo de vida”, manifestó Augsten.
Según la profesional, esta práctica de artes marciales, además de ser un medio de autodefensa, promueve valores como la humildad, el respeto, la disciplina, la cortesía, el autocontrol y la perseverancia.
Augsten, quien también es atleta, reconoce que los beneficios que este deporte brinda a la salud son varios y de mucho valor para el bienestar corporal integral, como el acondicionamiento físico, la resistencia cardiovascular, la fuerza muscular y la flexibilidad.
Sumados a esto, también son primordiales los aportes en los aspectos psicológicos y sociales, como ser la concentración, la seguridad, el dominio del entorno y la autoestima.
La mencionada instructora animó a las personas de todas las edades a participar y adoptar este estilo de vida. De hecho, según cuenta, incentivó a que esta modalidad forme parte de la malla curricular de la Universidad del Pacífico, que ya cuenta con su equipo de practicantes.
Augsten se prepara ahora para encarar, en octubre, el Panamericano de Lima, Perú, donde defenderá el bicampeonato.